Sobran razones para conocer el reluciente One&Only Mandarina, en Riviera Nayarit. De entrada, forma parte de uno de los proyectos turísticos e inmobiliarios más esperados de los últimos años en México, además de estar contar con el sello de calidad de una de las marcas de resorts más importantes a nivel mundial. Sin embargo, una de las de más peso es Carao, la nueva propuesta gastronómica del chef Enrique Olvera.

Carao cuenta con área de comedor exterior e interior. / Foto: Araceli Paz.

Carao: entre la tradición y la vanguardia

Mejor conocido por sus premiados restaurantes en la Ciudad de México y Nueva York —como Pujol y Cosme—, Olvera no es ajeno a las colaboraciones con hoteles, y aunque recientemente se dio a conocer que Elio, ubicado en Wynn Las Vegas, cerró sus puertas de manera definitiva, su restaurante MANTA, en The Cape, a Thompson Hotel, opera de manera exitosa en Los Cabos.

Enrique Olvera / Foto: Araceli Paz.

Para este nuevo proyecto, el chef combina la tradición culinaria de la región con su experiencia tras los fogones y los aprendizajes obtenidos en distintos viajes. El resultado: una propuesta que igual nos recuerda al espectro gastronómico de Oaxaca que a la cocina mediterránea moderna.

Comedor principal de Carao. / Foto: Araceli Paz.

Platillos refrescantes y sabores memorables

Con una cocina abierta, áreas de comedor interior y exterior, y un acogedor bar, Carao destaca por su uso de productos frescos —sobre todo los mariscos— y sabores intensos. Algunos platillos que vale la pena resaltar son el pescado a la parrilla, el pulpo ahumado zarandeado y el tamal de plátano con queso cotija. El menú además cuenta con deliciosas opciones vegetarianas, como el aguachile de alcachofas o la birria de hongos shitake.

Tamal de plátano con queso cotija. /Foto: Araceli Paz.

Afortunadamente, el uso de ingredientes locales también se refleja en las bebidas, y el coctel de ron con xoconostle tatemado, la margarita de guayaba, el spritz con licor de maíz y su versión del desarmador (con chile serrano y miel de agave) son prueba de ello. La carta se complementa con una amplia selección de vinos —muchos de ellos nacionales—, digestivos, cervezas, tequila y otros destilados, como raicilla y sotol.

Spritz con Cynar y licor de maíz. / Foto: Araceli Paz.

Para los que prefieren quedarse en la alberca, pedir un trago y disfrutar de los grandes atardeceres a los que nos acostumbra el Pacífico, Carao cuenta con un menú aparte con platillos más informales y perfectos para compartir, incluidas las almejas chocolatas, los tacos de pescado y las ostras de San Blas.

Alberca exclusiva para adultos, a un costado de Carao. / Foto: Araceli Paz.

Una propuesta que celebra al destino

A pesar de estar en uno de los hoteles más lujosos del país, Carao se inspira en uno de los ideales más sencillos de bienestar: estar sentado bajo una palapa frente al mar. En palabras del chef Olvera: “Carao es una celebración no solo gastronómica, sino de Mandarina como destino, de la comunidad y su vibrante cultura a través de la música y el arte, que crea un puente entre todos estos elementos y los huéspedes.”