Aunque puedan pensarse como dos mundos diferentes, el sur de los Estados Unidos y el norte de México tienen muchas más similitudes que diferencias. A pesar de que en la actualidad esta región está atravesada por una complicada frontera, ambos lados comparten climas, ecosistemas, y un tipo particular de vegetación y fauna. Un ejemplo de lo anterior es el bisonte americano, que usualmente se refugia en las planicies y llanuras de Canadá y los Estados Unidos.
Hace un siglo, este gran mamífero habitaba también en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Durango. Tristemente su hábitat se redujo considerablemente durante el porfiriato, cuando los pastizales se convertidos en ranchos y haciendas. Cien años después, y con el objetivo de restaurar el ecosistema, 19 ejemplares adultos fueron introducidos en la zona de protección de flora y fauna de Maderas del Carmen: un área privada de más de 140 mil hectáreas al norte de Coahuila, que son una continuación del Big Bend National Park en Texas.
El animal que alguna vez dominó América del Norte
El bisonte americano (también conocido como búfalo) es el mamífero terrestre más grande del continente, mide entre 3 y 4 metros de longitud, y puede llegar a pesar entre 200 y 950 kilogramos. Estos animales son un elemento clave del ecosistema pues al alimentarse de pastizales evitan que los incendios se propaguen y a la vez promueven la diversidad de flora que beneficia a otras especies. Asimismo sus pisadas e airean el suelo en lugar de apisonarlo. De esta manera, reducen la erosión y la compactación de la tierra.
Aunque solían ser bastante comunes en prácticamente toda América del Norte, en la actualidad el bisonte se encuentran en peligro de extinción en México, pues únicamente existe una sola manada de estos animales, que habita en la Reserva de la Biósfera de Janos, en el estado de Chihuahua. Sin embargo, la recuperación de su población es una pieza clave en la restauración del ecosistema de pastizales de la región norte del país, por lo que un grupo de 19 bisontes de esta manada fue introducido en el norte de Coahuila, en donde ya no habitaban desde hace un siglo.
Los pastizales
La reintroducción de estos animales en la Reserva Natural El Carmen es sólo el primer paso de un esfuerzo que pretende, en los siguientes tres años, trasladar 60 bisontes Chihuahua a Coahuila, y con ello restaurar el ecosistema de pastizales de la región, que se extiende principalmente en los territorios de estos dos estados, además, de Sonora, Durango y Zacatecas.
También conocidos como estepas, pampas, praderas o sabanas, los pastizales son biomas en los que predomina la vegetación herbácea (pastos y arbustos) y hay pocos árboles. Aproximadamente el 6.1% del territorio nacional se encuentra cubierto por ellos, especialmente en las regiones semi-áridas y frías del norte del país. Como todo ecosistema, este tipo de paisaje contribuye a la regulación del clima, la purificación y recarga de los mantos acuíferos, fomenta la polinización y la captura de carbono.
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