El Vaticano, esa pequeña ciudad, rodeada por Roma que es parte del itinerario de cualquier persona que viaja a Italia. Y aunque apenas cuenta con 44 hectáreas de superficie, este estado está lleno de arte y cultura, de hecho es el único lugar del mundo cuyo idioma oficial es el Latín y su asombrosa colección de arte atrae a 18 millones de turistas al año.
La ciudad está llena de tesoros; basta contemplar la arquitectura de la plaza y Basílica de San Pedro o ir a su biblioteca. Pero además este sitio alberga algunas de las obras de arte más importantes de toda la historia, varias de las cuales están resguardadas en las salas de los Museos del Vaticano.
Los Museos del Vaticano constan de varias edificaciones y jardines que en conjunto resguardan alrededor de 700 mil piezas en sus más de 40 mil metros cuadrados. Recorrerlo todos en un día es una misión (casi) imposible ya que el recinto posee una gran cantidad de piezas importantes algo que resulta abrumador.
Estas son 10 piezas dentro de los Museos del Vaticano que en definitiva merecen la pena un buen vistazo.
Laocoonte
Esta estatua fue descubierta en 1506, se identificó como el Laocoonte al que Plinio (escritor latino del siglo I) describió cómo la obra maestra de los escultores de Rodas. Tras su aparición, el papa Julio II la mandó autentificar para después adquirirla. Esta escultura fue una de las primeras en formar parte de la exposición del el Museo Pío Clementino, el cual fue fundado en 1771 por el Papa Clemente XIV.
Apoxyomenos
Esta es otra pieza dentro del Museo Pío Clementino. En la antigua Grecia los atletas solían untarse aceite antes de una competencia y después se lavaban con arena y una herramienta llamada estrígil; de esta acción deriva el verbo Apoxyomenos. La escultura del mismo nombre es la representación de un deportista limpiándose tras una disputa.
Estancias de Rafael
Los frescos de estas estancia (los apartamentos privados de Papa Julio II. ) son probablemente de los más importantes en todo el Vaticano, después de la Capilla Sixtina. En este espacio podemos encontrar pinturas como Escuela de Atenas , el Parnaso y Las Virtudes cardinales y la Ley, todas realizadas por Rafael y bajo el encargo del mismo papa.
San Jerónimo, Leonardo Da Vinci
En otro de los museos, conocido como La Pinacoteca está una de las piezas más relevantes de todo el recinto, se trata de esta de Da Vinci, una de las obras más enigmáticas del pintor porque no se conocen ni el destino ni el cliente original. Este cuadro posee una historia interesante, ya que en una época se perdió, luego se encontró y durante muchos años tuvo más de un dueño.
Descendimiento, Caravaggio
Dentro de la misma Pinacoteca se encuentra esta obra maestra de Caravaggio. Una pintura que se distingue de cualquier otro “descendimiento” porque no muestra el momento en que Cristo es bajado de la cruz, sino el instante en que Nicodemo y Juan lo colocan sobre la piedra de la asunción, en presencia de tres mujeres devotas y en sufrimiento.
Pietá, Van Gogh
Dentro de la colección de arte moderno del Vaticano podremos encontrar diferentes facetas de artistas del siglo XIX y XX. Tal es el caso de este cuadro que Van Gogh que pintó unos meses antes de su muerte en 1890. Esta pieza es interesante ya que el artista holandés rara vez mostró un aspecto religioso en sus creaciones por lo que esta interpretación de la Piedad es todo un deleite.
L´annuncio, Salvador Dalí
Esta pintura fue la antesala de The Ecumenical Council; obra que realizó el autor el mismo año (1960). Este cuadro es una reinterpretación del Juicio Final de Miguel Angel, en él retoma la postura de la Virgen y de su Hijo presentes en la pintura original al interior de la Basílica de San Pedro.
Ánfora ática epónima del pintor de Aquiles
La representación de Aquiles en esta Ánfora (que data del 445/440 a.C.) es casi la de una escultura. Aquí el héroe está en una posición listo para el combate y porta su espada y su coraza. Sin embargo lo más interesante es el cuidado al detalle en el rostro, ya que se puede ver incluso las pestañas del personaje.
Tríptico del Taller de Constantinopla
Originalmente este tríptico, de mediados del siglo X hecho a base de marfil, era dorado en su totalidad. En él se observan distintos santos, así como la Déesis, la cual está inspirada en el ceremonial de la corte imperial. Aquí Cristo está bendiciendo con el libro en las manos, sentado en el trono entre María y San Juan Bautista.
Estatua de la Reina Tuya
El Vaticano también posee una colección de vestigios del Antiguo Imperio Egipcio. Una de las piezas más importantes de esta exhibición es esta obra que fue hecha durante la dinastía de la reina Tiy (esposa de Amenhotep III). Sin embargo durante la XIX dinastía Ramsés II la utilizó para dedicarla a su madre Tuya.
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