Londres es una ciudad que tiene algo para todos los gustos y en cuestión de arte no es la excepción. Si bien el British Museum contiene una de las mejores colecciones históricas de todos los tiempos, el Tate Modern alberga grandes obras maestras del arte que datan de 1500 y hasta la actualidad.
Este recinto cultural se encuentra en lo que antes fue la central eléctrica de Bankside y es ahora el destino obligado en la capital inglesa para los amantes del cubismo, surrealismo, artes abstracto e incluso arte contemporáneo gracias a sus 8 mil piezas, 4 mil artistas y 22 mil objetos.
Así que para hacer la visita más fácil al museo de arte moderno más visitado del mundo y poder ver las obras esenciales una sola visita, realizamos una lista de 10 obras que son obligadas para cualquier visitante de este recinto.
The Sick Child, Edvard Munch
Esta es una de las pocas obras del artista que se encuentran fuera de Noruega. El cuadro es el resultado de una año de trabajo en el que el pintor usa el color de cada pincelada para expresar el dolor del recuerdo que Munch tenía sobre la muerte de su hermana Sophie, quien murió de tuberculosis a los 15 años.
Fountain, Marcel Duchamp
Esta es la pieza más famosa del Dechamp, una de las más controversiales de toda la historia y un símbolo de la segunda mitad del siglo xx y aunque la se encuentra en el museo se trata de sólo una réplica, nos ayuda a acercarnos al movimiento de readymade que tanto desafiaba el significado de lo que era arte.
Weeping Woman, Pablo Picasso
El 26 de abril de 1937 la ciudad vasca de Guernica fue bombardeada por los nazis y con apoyo de Franco. Como respuesta a este suceso Picasso plasmó el sentimiento colectivo por medio de su famoso cuadro “Guernica” junto con una serie de obras como esta que se encuentra en el museo.
Islas amarillas, Jackson Pollock
Pollock fue el artista expresionista abstracto estadounidense, pionero del action painting. Este era un método que consistía en verter pintura sobre un lienzo tendido en el suelo. Esta pieza creada en 1952, es un claro ejemplo de esta técnica que se distingue por crear la sensación de textura, profundidad y movimiento
Transferencia, Leonora Carrington
Esta artista se enamoró de México y México se enamoró de ella. Entre las calles de nuestra país Carrington desarrolló todo su potencial artístico, sólo hay que visitar el museo en San Luis dedicada a ella. Y esta pieza es un claro ejemplo de realismo mágico que caracteriza a todas sus obras llenas de elementos oníricos.
Do Women Have To Be Naked To Get Into the Met. Museum?, Guerrilla Girls
Este es uno de los treinta carteles famosos publicados por Guerrilla Girls Talk Back; un grupo de artistas estadounidenses que bajo el anonimato causaron toda una revolución a finales de la década de los 80 para lograr exponer la discriminación sexual y racial en el mundo del arte.
Marilyn Diptych, Andy Warhol
La imagen de Marilyn y el arte de Andy Warhol están íntimamente relacionadas gracias a esta serie pinturas hechas con serigrafía y basadas en una fotografía publicitaria para la película “Nigara”. Esta piezas fueron realizadas por el artista estadounidense tras la muerte de la actriz.
La metamorfosis de Narciso, Salvador Dalí
Esta pintura es la interpretación del mito de Narciso por parte del máximo representante del surrealismo. Como en otras de sus piezas, aquí se puede comprobar la fascinación que el artista sentía por las alucinaciones y la desilusión, algo que plasma aquí con las dos manos (que representan la frustración de Narciso al ver su belleza y saber que nunca iba a poder poseerse a sí mismo).
Red on Maroon, Mark Rothko
Este artista fue pionero en la creación de pinturas de campos de color. Estas obras se caracterizan por lienzos llenos sólo de colores planos, como en el caso de esta pintura cuya base está hecha en una base de color marrón con un cuadrado con bordes difuminados en color rojo.
Ophelia, Sir John Everett Millais, Bt
Esta pintura plasma la escena de Hamlet de Shakespeare, en la que Ofelia cae en un arroyo y se ahoga tras perder la razón por dolor de que Hamlet hubiera asesinado a su padre. Shakespeare una constante inspiración para los pintores victorianos y la figura trágica de Ofelia, era un tema muy popular.