Para que un hotel sea considerado eco-friendly debe de respetar el medio ambiente en todos sus procesos. Desde la manera en la que obtienen la materia prima para cocinar en los restaurantes y construir los espacios, la forma en la que manejan la basura (y sus esfuerzos por generar la mínima cantidad de residuos), hasta el cuidado en el consumo de agua. Los hoteles dentro de esta lista, cumplen con estas condiciones.
Delek Tulum, México
Su manifiesto es respetar la naturaleza en todo momento. Para la construcción utilizaron materiales ,sustentables como palafitos, madera local y certificada, con un diseño artesanal. Los artículos de tocador que se encuentran en las cabañas son orgánicos y biodegradables, cuidando que no afecten el ecosistema, y cada cuarto tiene un termo de agua que evita el consumo de botellas de plástico de un solo uso.
Casa las tortugas, Holbox, México
Este hotel abrió sus puertas en el 2003 con la filosofía de convertirse en un hogar para quienes lo visitan. Su principal compromiso es conservar los recursos de la isla, por lo que siguen estrictos lineamientos para respetar el medioambiente, como separar y reutilizar los residuos, además de cuidar que su generación sea mínima. El transporte dentro del hotel es eléctrico y cuando se trata de generar empleos, le dan prioridad a proveedores y personal de comunidades locales.
Monaci Delle Terre Nere Sicilia, Italia
Esta es una casa del siglo XVIII rodeada de jardines y viñedos, restaurada para crear suites y villas sostenibles a su alrededor. Al momento de la renovación se respetaron los materiales originales, como las paredes de piedra de lava y los techos de madera, mientras que las remodelaciones se hicieron con materia prima local. Cuentan con la certificación Eco-Bio, por lo que todos los detergentes que utilizan son “caseros”: no utilizan químicos dañinos, y el gel de ducha de los cuartos es 100% orgánico. El estacionamiento del hotel tiene cargadores para coches eléctricos, y todos los alimentos son recolectados en la granja orgánica local.
Arima Hotel, San Sebastián España
El principal propósito de este resort es que conectes contigo mismo y con la naturaleza, promoviendo el bienestar en cada momento de tu estancia. El edificio está certificado como Passivhaus, es decir que utilizan energías que no contaminan, tienen sistemas de recolección de agua para la limpieza, y filtros para reducir el consumo de agua y residuos. También cuentan con cargadores para coches eléctricos y un espacio dedicado al uso de bicicletas.
Soneva Resorts, Tailandia e Islas Maldivas
Con seis hoteles entre Tailandia y las Islas Maldivas, tienen diferentes iniciativas para ser eco-friendly. Dentro de sus esfuerzos por no contaminar está un centro de manejo de basura dentro de cada hotel, en el cual se recicla hasta el 90% de los residuos sólidos. Desde 2012 tienen la insignia de neutralidad de carbono y para honrar a la naturaleza, han plantado en conjunto con la fundación Patt más de 500,000 árboles en Tailandia. Producen su propia agua potable desde el 2008, además de haber creado más de 500 proyectos de agua limpia en alrededor de 50 países asiáticos.
Goronga Safari Camp, Makalali Conservancy, Sudáfrica
Además de ofrecer glamping de lujo, este safari piensa en cada detalle para reducir la generación de basura y desechos en beneficio de la naturaleza. Algunas de las acciones que realizan son separar la basura para que sea posible reciclarla y medirla para poder tener un control del impacto ambiental; la comida que sobra o que se va a tirar, se lleva a un centro dedicado a alimentar jabalíes; tienen paneles solares en la mayoría de sus instalaciones; en los cuartos ofrecen botellas de agua de vidrio y al llegar los huéspedes reciben botellas de metal reutilizables para toda su estancia; la madera utilizada en las fogatas se recolecta de árboles muertos evitando la tala y reduciendo las posibilidades de crear un incendio forestal.
Bisate Lodge, Rwanda
Con tan sólo cuatro años desde su inauguración se ha convertido en uno de los lugares favoritos al visitar África, y es que su localización en el noreste de Ruanda, justo debajo de los volcanes Bisoke y Karisimbi, lo convierte en un espectáculo visual. La propiedad consiste en seis villas, y entre sus iniciativas sustentables están la reforestación del bosque, la rehabilitación de floral y fauna local, y la promoción de la conservación del gorila de montaña, el cual está en peligro de extinción. En cuanto a sus villas, las construyeron con materiales locales, el agua que usan proviene de un sistema de recolección pluvial y la electricidad es originada por una red hidroeléctrica. Bisate es parte de una red de safaris llamada Wilderness Safaris comprometida con la conservación de los animales y el respeto a las comunidades locales.