Destinos, Dinamarca, Europa

Viajes marítimos: el lugar en donde chocan dos mares

Esta imagen se compone de aguas de dos colores diferentes que se fusionan.

POR: Paola Gerez Levy

Desde el espacio, el planeta Tierra se ve como una enorme esfera bicolor: verde y azul. Y aunque los océanos siempre son azules, cada uno tienen una tonalidad diferente que únicamente es perceptible si las comparamos entre sí. Esto se puede presenciar en la punta más septentrional de Dinamarca, en Grenen, donde se encuentra el lugar donde chocan dos mares.

Esta península de matorrales dorados y arena blanca, cuyo nombre se traduce acertadamente como “rama” tiene al Mar Báltico (estrecho de Kattegat) al este y al Mar del Norte (estrecho de Skagerrak) al oeste. Lo divertido es que, si uno se adentra hasta el final de la tira arenosa, puede pisar los dos cuerpos de agua al mismo tiempo, algo que no se puede lograr en cualquier lugar.

Un camino pacífico acompañado de una ciclovía y senderos para caminar separa este sitio con Skagen, una ciudad tres km al sur. Este paisaje no solo atrae a viajeros de verano, sino que desde los últimos 100 años ha sido una fuente de inspiración para una generación de artistas cuyas obras están exhibidas en el museo de arte de la urbe. Si uno se fija, podrá ver que el Det Grå Fyr, el faro gris que adorna la vista, es un motivo recurrente.

Aunque parezca extraño, con apenas 3.2 km de anchura, la península separa mares que son en sí mundos distintos. El oleaje y las ráfagas de viento de las playas que dan al Mar del Norte son mucho más fuertes por ser mar abierto, mientras que el litoral del Báltico está protegido por la franja de tierra y es mucho más calmado (y frecuentado por familias).

La punta más al norte del país danés es Grenen.

Un paisaje en constante cambio

Uno de los elementos naturales más visitados en los alrededores de Skagen es Råbjerg Mile, una duna migratoria. Este montículo solitario de unos 20 metros de altura se mueve a un ritmo de 15 metros por año hacia el noroeste. Es un gran sitio para admirar la vista panorámica de la cota y deslizarse duna abajo, pero fuera de brindar diversión, es una amenaza para la infraestructura danesa.

Hubo una ocasión en donde la iglesia de Skagen quedaba en la trayectoria de Råbjerg Mile, por lo que durante un periodo de varios meses la entrada al templo quedó bloqueada por la arena, hasta que la duna avanzó y rehabilitó el ingreso. Del mismo modo, los científicos han registrado que el área y la forma de la península de Skagen no es la misma que antes. Debido a los fuertes vientos que azotan la península y al suelo maleable de arena, el terreno se ha inclinado milimétricamente hacia el este (hacia Gotemburgo, Suecia).

Råbjerg Mile cubre un área de dos km cuadrados. Foto: Lemur Design

Disfrutar de Skagen

Después de pisar el lugar en donde chocan dos mares, vale la pena pasear por las callecitas de esta ciudad (la más boreal de Dinamarca). Las construcciones aún respetan el estilo centenario de la arquitectura nórdica y las fachadas del centro están todas pintadas de amarillo. Vale la pena pasear por el muelle central y detenerse a tomar un café o a comer en uno de los múltiples restaurantes.

Skagen atrae a cientos de viajeros, en especial durante el verano.

 
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