Cada país es una aventura, es un grupo de costumbres, de normas sociales, de hábitos alimenticios y de palabras. Cada país tiene sus propias reglas y convenciones sociales para que sus habitantes vivan con tranquilidad sin acabar con su entorno. Cada país es un universo en sí mismo y siempre tiene muchas cosas que enseñarle a las otras naciones del mundo.
Un ejemplo claro de lo anterior es la forma en la que las ciudades organizan a las personas para que se dirijan de un sitio a otro. Y es que en un mundo amenazado por el calentamiento global, el transporte es clave para que las urbes sobrepobladas se reconcilien con su entorno; y aunque el concepto de movilidad cambia según la región y puede ser difícil de entender, el sistema de movilidad se dirige a la sustentabilidad (menos coches de gas y más bicicletas) o por lo menos ese ese es el camino que han escogido en la capital de Noruega. Una manera de hacer las cosas que en los años venideros puede ser imitada por México.
A continuación presentamos algunas propuestas que se han implementado en Oslo, no sólo para reducir la contaminación sino para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en esta ciudad nórdica.
En el centro
Se estima que el 30% de los carros en circulación, durante un momento dado, se encuentran buscando lugar de estacionamiento. Esto ha hecho que urbes como la capital Noruega busque alternativas. Respecto a este tema, el ayuntamiento pronóstico que para el 2040 la población aumentará el 40% y por eso ha decidido quitar los estacionamientos públicos y promover el uso de bicicletas y transporte público en el centro de la ciudad.
En carro
Oslo se ha convertido en la metrópoli de los coches eléctricos dado a que uno de cada cinco autos nuevos son totalmente eléctricos y más de 50% son híbridos. Esto es posible gracias a diversas ventajas que el gobierno ofrece, como la exención de impuestos y peajes, uso de carriles exclusivos del autobús y estacionamientos gratuitos (fuera del centro).
En bicicleta
El uso de la bicicleta es una actividad que se busca promover ampliamente en la capital noruega. Actualmente, se ha vuelto uno de los principales medios de transporte dentro de la ciudad; la urbe cuenta, en el centro, con ciclovías que suman hasta 205 km y otros 567 km en las afueras, haciendo cada vez más fácil adoptar esta forma de moverse.
En transporte público
Moverse en transporte público sigue siendo una buena forma de transporte en Oslo, pues 300 mil de los 660 mil habitantes lo usan diariamente. Además, es un sistema que busca ser cada vez más sustentable, por lo que actualmente el tranvía y el metro circulan con energía renovable y los autobuses funcionan en un 35% con biofuel, hidrógeno y/o biogas.
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