Entre altos rascacielos, edificios contemporáneos o grandes resorts en la playa, la oferta de hospedaje en México es inagotable. Sin embargo, existen edificaciones antiguas que son un viaje al pasado. Hablamos de las haciendas, esos espacios amplios de arquitectura colonial y abundante vegetación. Un ejemplo de ello es la Hacienda de San Antonio, ubicada a los pies del imponente volcán de Colima.
El origen de San Antonio se remonta al siglo XIX, cuando funcionaba como finca de café y azúcar. Aunque en estos tiempos ya no se practica la agricultura, no todo está perdido. La tradición del café está más viva que nunca en el Rancho Jabalí, que se ubica en el terreno contiguo.
Las paredes exteriores son rosadas y la fachada está cubierta de enredaderas. Los techos abovedados y altos, además de las vistas a los jardines centrales y al volcán permiten que el espacio resulte mucho más amplio y fresco. Para conservar la esencia colonial, los muebles y la decoración son antiguos. Por otro lado, el espacio cuenta con más de una chimenea, estos ejemplares son tan antiguos que se han convertido en la identidad del hotel.
La gastronomía es otro punto valioso en este hotel. Los ingredientes que se utilizan en cada establecimiento son orgánicos y de procedencia local, ya sea del Rancho Jabalí o del huerto de Cuixmala (hotel hermano). El restaurante se especializa en comida mexicana con influencias internacionales, la cual se puede disfrutar en la terraza o en el comedor interior. Si se desea algo mucho más ameno, el Yellow Bar ofrece cocteles de autor y bebidas refrescantes.
Aunque está en medio de la naturaleza, es relativamente sencillo llegar a Hacienda de San Antonio. Se encuentra a 50 minutos de la ciudad de Colima (manejando), a media hora del pueblo mágico de Comala y a dos horas desde el aeropuerto de Manzanillo.
Una habitación
De las 25 habitaciones, la mejor es El Volcán. Este espacio tiene un techo de bóveda catalana, cama king size, dos baños, dos chimeneas y una agradable terraza privada para disfrutar de la vista al cráter de Colima desde un primer plano.
Personaje clave
El servicio de concierge es siempre atento y cálido. Los encargados están pendientes las 24 horas del día para cualquier duda, petición o solicitud que tengan los visitantes.
Espacio abierto
La alberca principal, de 33 metros de largo, es un oasis ideal para relajarse y conectar con la naturaleza. Alrededor se puede tomar el sol en las terrazas y disfrutar una bebida preparada al gusto.
Algo imperdible
Una visita al Rancho Jabalí. Aquí se pueden hacer recorridos guiados en las plantaciones de café o la fábrica artesanal de queso. Para los amantes de los deportes al aire libre, las opciones van desde cabalgatas por las praderas, hasta rutas desafiantes en bicicleta de montaña.
Platillo
Para los que no se deciden entre un plato y otro a la hora de comer, San Antonio ofrece una cena de degustación de nueve tiempos en donde se prepara lo más selecto del menú.
Bebida
La margarita puede ser una bebida que se encuentra en cualquier establecimiento, pero la del hotel es única, pues la preparan con un delicioso licor de mango que elaboran en el sitio.
Detalle
Se puede organizar un picnic en los jardines o praderas del rancho. Ya sea un almuerzo en canasta o hasta un asado, el hotel se encarga de todo para que esta experiencia sea única.
***
También te recomendamos:
Estas son las haciendas más asombrosas de México
La foto mexicana más premiada (y bella) se tomó en Colima
Lo Sereno, un rincón de relajación en el Pacífico
DATOS ÚTILES
sectetuer adipiscing elit, sed diam nonummy nibh euismod tincidunt
Consulta nuestra guía travesías
Teléfono
+ 5545111746
Website travesias.com.mx
facebook/travesias.com