Treinta años atrás, un exitoso empresario editorial japonés y el alcalde de una pequeña e ignota isla en el oeste de Japón, Naoshima, se complotaron para hacer de este pequeño archipiélago un polo cultural y artístico que atrajera niños y visitantes de todas partes del globo.
Sumaron a su cruzada al multipremiado arquitecto Tadao Ando, quien diseñó el primer proyecto —un campamento para niños inaugurado en 1989, y al que gradualmente comenzaron a incorporar obras de arte— y, en los años subsiguientes, un hotel y un puñado de museos, cada uno más precioso y original. Un ejemplo de ello fue el Chichu Art Museum, construido bajo tierra pero con artificios arquitectónicos que le aseguran luz natural. En cada uno de ellos se excede el interés por el arte contemporáneo, ya que albergan obras magníficas de artistas de todo el mundo, algunos de amplio reconocimiento, incluido Monet.
Así, este conglomerado conocido como Benesse Art Site se convirtió en una suerte de Tierra Prometida del arte moderno hacia donde peregrinan año tras año estudiantes y aficionados del arte, arquitectos y miembros del club de fans de Tadao Ando pero también (cada vez más) viajeros curiosos que simplemente quieren experimentar la extravagancia de dormir en el edificio de Benesse House Museum, que forma parte de toda la estructura, o recorrer en bicicleta los senderos junto al mar donde descansan, cual meteoritos caídos de la estratósfera, calabazas gigantes de la artista japonesa Yayoi Kusama.
Cinco imperdibles del Benesse Art Site
- Minamidera (1999). Tadao Ando
Art House Proyect
Parte del proyecto Art House que propone intervenir y construir casas en Naoshima. La estructura de madera fue diseñada por Ando como homenaje al templo que hubo alguna vez en ese mismo sitio, y alberga dentro, en la más profunda oscuridad, la obra Backside of the Moon (1999) de James Turrell.
- Calabaza (1994). Yayoi Kusama
Arte al aire libre
El ícono de Naoshima situado frente al mar, la calabaza amarilla gigante plagada de lunares negros es un must, aunque sólo sea para tomar una foto alucinante.
- La colección del Lee Ufan Museum
El museo dedicado a este prolífico artista coreano —radicado en Japón desde hace décadas—, construido por Ando, está en perfecta sincronía con el minimalismo de las obras, que datan de los años setenta hasta la actualidad.
- 100 Live and Die (1984). Bruce Nauman
Benesse House Museum
La instalación de palabras esculpidas en tubos de neón (tan retro como vigente) arroja frases intermitentes que contraponen la vida —y sus actos más banales: oler, caer, parar, correr— y la muerte.
- Open sky (2004). James Turrell
Chichu Art Museum
La obra del artista californiano juega con la arquitectura subterránea del mismo museo y su paisaje exterior, por lo que está en permanente transformación.