Cada año, los colores del paisaje hacen que Japón se convierta en uno de los lugares más hermosos del planeta, y no hablamos del increíble florecer de los cerezos, −una maravilla de la naturaleza conocida por todos−, sino de la cascada de color que genera el florecer de las glicinas en los meses de abril y mayo.
Las glicinas, −una especie poco conocida en América Latina−, son plantas trepadoras del género Wisteria originarias de América del Norte, China y Japón que florecen cada primavera en colores violetas, azules o blancas. En Japón hay dos lugares y momentos en donde los amantes de la Wisteria puede disfrutar de este increíble espectáculo: el Parque de las Flores de Ashikaga (con más de 350 arbustos floreciendo durante el Gran Festival de la Wisteria) entre el 15 de abril y el 22 de mayo, y el Jardín de la Wisteria Karachi Fujien en la ciudad de Kitakushu, entre el 22 de abril y el 7 de mayo.