Al hospedarse en una gran ciudad, lo más importante es que el alojamiento sea acogedor y esté en el corazón de la vida urbana. En una metrópoli como San Francisco, el que cumple con estos requerimientos –y muchos más– es The Westin San Francisco.
Una ubicación más céntrica es imposible, pues es el único hotel cuya entrada se encuentra directamente sobre Union Square. Esta plaza abierta está rodeada de boutiques, teatros, restaurantes y galerías de arte, está a pocos pasos de la emblemática Market Street y colinda con el barrio chino y el distrito financiero.
The Westin San Francisco cuenta con 1,195 cuartos, de los cuales 81 son suites y se localizan en el edificio histórico que data de 1913. La vista desde estas habitaciones es incomparable, ya que se pueden admirar las construcciones icónicas de la ciudad, como la Torre Coit, la Pirámide Transamérica y el Puente de la Bahía.
Dentro del hotel, los huéspedes pueden probar platillos clásicos de la comida americana en el restaurante The Oak Room, un elegante espacio de principios del siglo XX recubierto de madera. Para una comida más ligera, se puede acudir a Caruso’s, una cafetería que ofrece bizcochos y sándwiches.
Para terminar el día, uno puede relajarse con uno de los tragos y licores premium de Clock Bar, o bien participar en la selecta degustación de vinos y quesos de Eno, la cava del hotel.
Para hacer el traslado por la ciudad más sencillo, The Westin San Francisco ofrece el servicio de shuttle desde el aeropuerto a las instalaciones. Si el motivo de la visita es de negocios, dentro del hotel hay 35 salas de trabajo a disposición de los huéspedes y un divertido Kids Club en caso de que viajen con niños.
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Foto de portada: cortesía The Westin San Francisco
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