Esta es la historia Thimmamma, una mujer hindú que en el siglo XV vio fallecer a su marido. La tristeza de perderlo fue tanta que decidió (al más puro estilo de las mujeres en todas los relatos tradicionales ) suicidarse junto con él. El universo atestiguó su sufrimiento y entonces la convirtió en el árbol más grande del mundo.
Esta es la leyenda detrás de un imponente árbol ubicado en India. Para los turistas que visitan la región de Bangalore (la tercera ciudad en la India), la presencia de este ejemplar es confusa porque más bien parece un bosque porque tiene una extensión de más de 19 mil metros cuadrados, cuenta con, por lo menos, 4,300 raíces aéreas y ostenta el Record Guinnes al espécimen arbóreo más grande del mundo.
Este árbol es, también, un reflejo del singular comportamiento de la naturaleza ya que mientras que todos los demás suelen crecer hacia el cielo, este ficus (de la familia de los Banianos) escoge a la tierra como su medio de expansión, lo que se logra cuando sus semillas caen en otros troncos sobre los que sus raíces se expanden para al final matarlos de asfixia.
Importancia espiritual para los Hindúes
El Thimmamma se ha convertido en un ente sagrado para los creyentes de la religión hindú y para los budistas. Esto se debe a una multitud de factores. En primer lugar a su antigüedad; los hindúes de la zona presumen que nació en el año 1433. en segundo lugar, hay quienes presumen que el árbol tiene las propiedades curativas ya que sus hojas y frutos han ayudado desde hace décadas a las personas que viven en las comunidades cercanas.
Pero además de todas las virtudes orgánicas que viven entre sus ramas, se cree que en este lugar se puede entronerar la triada divina; esto significa que para los aldeanos que viven cerca, las raíces son Brahma, dios de la creación, el tronco representa a Krishna y las hojas a Shiva, dios de la muerte y el renacimiento.
La concepción de Shiva es especialmente importante porque durante el phalguna (entre febrero y marzo) el árbol es el punto de encuentro de miles de peregrinaciones y fiestas que se unen a celebrar la vida y la muerte. Dicho esto el Thimmamma es una de las cosas sagradas que uno tiene que ver al menos una vez en la vida.
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