El plan es perfecto. Un departamento en el centro de la ciudad con hermosas vistas de la bahía y el centro. Una terraza para disfrutar de los amaneceres luminosos, donde puedes pasarte un buen rato persiguiendo a los cruceros que van entrando y saliendo del puerto. Y todo Vancouver a tus pies, y listo para ser explorado. No hay mejor punto de partida que tú propia casa en Downtown.
Lo primero
Equípate. Aprovecha los preciosos supermercados de la ciudad para llenar el refri de frutas y verduras orgánicas, espectaculares vinos canadienses, pan fresco, quesos y carnes frías de primera. Entre tus opciones: Urban Fare, Whole Foods y Safeway Robson, además de la posibilidad de visitar el mercado de Granville Island.
Lo segundo
Explora. Puedes empezar por West End y Canada Place, dos áreas llenas de actividades: desde sobrevolar la ciudad en un hidroavión hasta visitar un museo —la Galería de Art de Vancouver, en Georgia St. Es parada obligada—. Además, sobre Robson St. Se encuentran muchas de las mejores tiendas y centro comerciales de la ciudad.
Lo tercero
Descansa. Cuando sea hora de comer, la opciones son infinitas. Puedes aprovechar para visitar alguno de los locales chinos —como Kirin— que ofrece dim sum y especialidades hongkonesas o tal vez, por la noche, visitar Guu Original, un izakaya que te hará sentir como en el corazón de Tokio.
Lo último
Una vez que estes instalado y te sientas como en tu propio barrio, utiliza el West End como base para explorar el resto de la ciudad. Puedes ir en bici a recorrer Stanley Park o caminar hasta Gastown y Chinatown, donde se encuentran muchos de los bares, restaurantes y boutiques de moda más nuevos de la ciudad. Esta también Yaletown y su animada escena gastronómica, y más allá Kitsilano, Point Grey, East Van y North Shore te esperan para seguir descubriendo la capital de la Columbia británica.
En Airbnb encuentras departamentos en la zona de West End donde pueden dormir desde uno hasta una equipo completo.
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