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Amandari: hospedarse en un santuario natural de Bali

El espacio ideal para desconectarse y recargar energía.

POR: Paola Gerez Levy

A la hora de viajar, las preferencias en cuanto al hospedaje son variadas. Desde sencillos hoteles en una metrópoli, hasta cabañas aisladas en una playa asiática; cada espacio está diseñado para crear en sus visitantes una sensación diferente. Entre las muchas opciones que hay en el mundo está un resort cuyo objetivo es crear un ambiente de paz, serenidad y una conexión cercana con la naturaleza, hablamos del Amandari en la isla de Bali.

Rodeada por el Océano Índico esta región indonesia está llena de montañas verdes, de playas cristalinas y de cientos de predios en los que hay cultivos de arroz. En este oasis, ahí en el Valle de Ayung se encuentra este asombroso hotel un espacio ideal para realizar  un viaje de wellness y relajación.

A modo de una auténtica aldea balinesa, las instalaciones de Amandari tienen los tradicionales techos de bambú e interiores cuidadosamente decorados con maderas como coco y teca. Asimismo, a los alrededores se pueden visitar algunos santuarios hindúes.

El hotel cuenta con 31 suites y una villa. Y todas sus habitaciones tienen vistas infinitas ya sea al valle o a las icónicas terrazas arroceras. Por el lado gastronómico, dentro del resort hay un restaurante, un bar y un rooftop respectivamente, donde se utilizan ingredientes locales y se preparan tanto platillos occidentales como especialidades indonesias.

Finalmente, y para aprovechar la experiencia de bienestar, los huéspedes pueden disfrutar de un spa que ofrece tratamientos y servicios de la más alta calidad, así como cursos personalizados de yoga o de cocina.

Una habitación

En el Amandari existen suites únicas. Una de ellas es la Asmara suite, un espacio dúplex en donde se puede gozar de una alberca privada, jardín y una terraza con una vista inigualable a las frondosas terrazas de cultivo.

Espacio común

La biblioteca cuenta con un bale, una especie de plataforma exterior rodeada parcialmente de agua. Este sitio es perfecto para leer o jugar cartas con una bebida en mano.

Detalle

En las inmediaciones de uno de los santuarios descansa la imponente escultura de un tigre de piedra, monolito que data del siglo VII. Se dice que un sacerdote hindú lo colocó en dicho sitio para bendecir a la aldea.

Algo imperdible

Una noche en el pabellón musical del resort, donde se puede vivir una noche de danza y música en la que los músicos tocan gamelan: una mezcla de percusiones, flautas y teclas de metal.

Personajes clave

Por los caminos de piedra que tienen el hotel, todos los días pasa un grupo de niñas ataviadas con coloridos vestidos y ornamentos en la cabeza. Estas pequeñas asisten a la escuela de danza que tiene Amandari y los huéspedes pueden verlas practicar bailes tradicionales; una oportunidad única para acercarse a la cultura del país.

Platillo

En una visita a The Restaurant recomendamos pedir el atún incrustado con hierbas aromáticas. Este plato se sirve acompañado de una ensalada de quinoa y pepino.

Bebida

Cada día, a las 4:00 de la tarde llega la hora del té. Dentro de las opciones en este ritual vespertino se puede elegir entre la tradicional infusión de jengibre fresco o, bien, un revitalizarte café balinés.

*Las fotos del newsletter se sacaron de aman.com

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