Navegar con responsabilidad

Mucho se ha hablado del impacto ambiental de los vuelos comerciales y la importancia de viajar menos en avión. Pero, ¿qué hay de los barcos? Este sector contribuye en 3 % a la polución atmosférica del planeta —comparado con 2 % que representa la aviación— y todo parece indicar que se trata de una industria que no dejará de crecer pronto. Según un informe de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), en 2020 se espera que 32 millones de pasajeros viajen a bordo de 278 embarcaciones. Si bien los cruceros componen menos de 1 % de la flota mundial de barcos, esto no los exime de responsabilidad. Por suerte, cada vez son más las navieras, las organizaciones internacionales y los proyectos independientes que buscan mitigar el impacto ambiental que se genera al navegar.

Activismo inspirador

La activista sueca Greta Thunberg ha cruzado el Atlántico (dos veces) en un velero de cero emisiones de carbono, el Malizia II, que produce su propia energía por medio de turbinas subacuáticas y paneles solares.

Menos emisiones

Para 2030, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros quiere recortar las emisiones de carbono en 40% respecto a 2008. Para lograrlo, propone sustituir fuentes de energía tradicionales, como el diésel, por LNG (gas natural licuado), que genera cantidades casi nulas de dióxido de azufre. Navieras como Disney Cruise Line y Royal Caribbean han anunciado que adoptarán esta alternativa.

No más descargas

El mar Báltico es uno de los más transitados y contaminados del mundo. Ante ello, la Organización Marítima Internacional (OMI) busca prohibir que todos los navíos descarguen aguas residuales en esta zona para 2021.