Sidney

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Lo imperdible

Helicópteros en Australia tiran zanahorias y camotes para alimentar a los wallabies

Por más que los pequeños marsupiales hayan sobrevivido al fuego, ahora luchan por encontrar alimento.

Es una de las veinte ciudades más visitadas del mundo: sus playas, teatros y espacios culturales, su gastronomía multicultural y una escena de surf y diseño joven la convierten en un favorito de los viajeros.

Lo que debes saber antes de viajar

Si quieres evitar las hordas de turistas, viaja en los alrededores de las temporadas altas, entre marzo y mayo, o septiembre y noviembre, cuando, además, el clima es excelente.

Si puedes revisa antes de tu viaje la página oficial de la ciudad para no perderte ningún evento: suele haber desde competencias de surf hasta conciertos.

Por lo general, los viajeros prefieren hospedarse en las zonas centro, en las playas del este de la ciudad o en los distritos de Darling Harbour, The Rocks y Circular Quay. En cualquiera de estas zonas hay hoteles increíbles, como el Park Hyatt Sydney, el Sofitel Sydney Darling Harbour o el Shangri-La.

Lo imperdible

Esta ciudad tiene tantos atractivos como estilo de viajero pueda haber: desde tiendas de diseño en Double Bay (la zona más elegante de la ciudad, a 10 minutos del centro), visitar sus más de 90 playas, muchas de ellas casi “secretas” (no tanto, pues sabemos que una de las favoritas es Tamarama), pasar el día en la famosísima Ópera de Sidney, visitar su fascinante acuario y bucear en su costa, pasear por el precioso Paddington Reservoir, un antiguo acueducto convertido en jardín, entre muchas otras actividades.

Cómo moverse

El aeropuerto internacional se ubica a unos 10 km del centro y las opciones, como en casi todos lados, son el transporte público y el privado, en forma de taxis, Uber o shuttle. En ninguno de los casos hay alternativas muy económicas: el taxi puede rondar los 47 dólares australianos, mientras que el tren parte con un costo de 18 dólares australianos. Dentro de la ciudad, el costo del transporte público varía según la distancia que recorrerás. Quizá rentar un coche no sea mala idea.