Puebla

Lo imperdible

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Sobre el lado poblano del Pico de Orizaba se esconde una laguna cráter de color azul turquesa que cuenta una historia llena de misterio.

Puebla es una ciudad colonial que combina su pasado histórico con un nuevo, moderno y sofisticado horizonte arquitectónico, gastronómico y cultural. La cuarta ciudad más grande de México y la representante del barroco novohispano por excelencia y, sin embargo, es una urbe que siempre se reinventa y ofrece a quienes la visitan iniciativas nuevas y emocionantes.

Lo que debes saber antes de viajar

Ya sea que los viajeros vayan en busca de lo tradicional o de lo moderno, la brújula de un viaje a Puebla siempre es el Centro Histórico, por su enorme muestra de arquitectura virreinal. Pero para quienes prefieren lo contemporáneo, está la zona de Angelópolis, comercial con el Parque Lineal, el Jardín del Arte y el Ecoparque Metropolitano.

El clima poblano es tan amigable que cualquier temporada del año es un buen momento para viajar a este destino. A mediados de julio da inicio la temporada de chiles en nogada —uno de los platos que dan identidad al estado— y se extiende hasta la última semana de septiembre.

Lo imperdible

La gastronomía de Puebla es considerada una de las mejores de México y con mucha razón. Entre sus más altos representantes están el complejo mole poblano, y los chiles en nogada. Hay que comer en el restaurante Casa Reyna. Un mole poblano o la tinga de pollo, unos escamoles y mole de cadera. También ofertas más casuales como Moyuelo e instituciones gastronómicas como La Noria y El mural de los poblanos.

Para las compras, está el Callejón de los Sapos donde podrás encontrar antigüedades o el taller y galería de Talavera de la Reyna.
Date una vuelta por el Museo Amparo, o el Museo Internacional del Barroco, una obra del arquitecto japonés y ganador del premio Pritzker 2013 Toyo Ito.

Cómo moverse

Puebla está a sólo dos horas en carretera de la Ciudad de México. El camino está lleno de paisajes montañosos . Así que será un viaje en automóvil bastante disfrutable.

Una vez ahí, si quieres ir al centro de la ciudad, procura hacerlo en taxi o dejar tu coche en zonas aledañas, para caminar de un lugar a otro porque el tráfico de esta zona es una locura. Para recorrer distancias más grandes, lo mejor es usar un transporte privado, tanto por seguridad como por practicidad.