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Cuernavaca es mucho más que casas de fin de semana y “eterna primavera”. Sí: su clima es privilegiado, pero más allá de él se hallan espacios llenos de historia, cafés pintorescos y otros atractivos que la convierten en un destino perfecto para pasar más de dos días.
Lo que debes saber antes de viajar
Cuernavaca le debe su apodo a su clima estable: prácticamente puedes visitar este destino en cualquier momento. El invierno es templado (aunque en las noches puede alcanzar los 4 grados), pero de febrero a noviembre vivirás, literalmente, una suerte de primavera.
Para elegir cuándo visitar este destino el factor clave no es el clima, sino el tráfico. Los feriados y fines de semana la ciudad vive un auténtico éxodo de capitalinos, por lo que las principales vías de acceso pueden verse saturadas, en particular la caseta de acceso a la Ciudad de México.
Lo imperdible
El Museo Morelense de Arte Contemporáneo es un espacio ideal para salir de la ruta tradicional en esta ciudad. Además de las muestras temporales y su acervo de unas 1,200 obras, posee un jardín etnobotánico que por sí mismo merece la visita.
Algunos de sus puntos más icónicos son el Jardín Borda (antiguo lugar de residencia de los emperadores Maximiliano y Carlota), el Palacio de Cortés de estilo novohispano y que data del siglo XVI y la cascada San Antón.
Infalible y un must, la comida: desde puestos callejeros hasta restaurantes como el Paragüero.
Cómo moverse
En esta ciudad laberíntica lo ideal es moverse en coche (sobre todo para llegar), bajo la guía de Google Maps o Waze.
Sólo basta una hora y media de camino para ser recibidos por el clima inmejorable, el aire puro y la tranquilidad de esta ciudad.
Los 14 conventos que forman parte de este grupo fueron edificados en el siglo XVI y son famosos por su aspecto de fortaleza medieval. Su construcción fue además una pieza clave de la evangelización de América, y el desarrollo urbano de gran parte del continente
Innumerables piscinas, museos de arte, hoteles legendarios y fincas históricas. Las calles de Cuernavaca esconden mucho más que jardines.
Con unos jardines casi tan legendarios como los nombres que aparecen en su lista de huéspedes, probablemente haya muy pocos hoteles que puedan competir con la fama y la historia de ‘Las Mañanitas’
Hay quienes aseguran que el Jardín Borda es el último jardín colonial que queda en el país.
Una de las mejores maneras de ayudar es incentivar el crecimiento económico de las zonas afectadas, pero ¿cómo hacer eso?: viajando.
No hace falta ir muy lejos para desconectarse de todo. Un plan que incluye descanso, supergastronomía y actividades culturales.
Aquí no hace falta tiempo ni presupuesto, sólo las ganas de escapar de la rutina y descubrir.