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A Chicago le llaman “la segunda ciudad”, pero de segunda no tiene nada. Su importancia arquitectónica, su oferta cultural y su tradición gastronómica no le piden nada a los grandes destinos turísticos de Estados Unidos.
Antes de viajar
Si prefieres el calor, planea tu visita de abril a mayo. Si tu idea de la vacación ideal viene acompañada de un clima más templado, puedes ir entre septiembre y octubre.
Multi galardonada y reconocida a nivel internacional por sus obras arquitectónicas, Chicago es una ciudad que merece un tour por sus edificios más emblemáticos. Por supuesto, no hay que perderse una buena caminata por Navy Pier y Millenium Park.
Lo imperdible
Además de su riqueza arquitectónica, gastronómicamente hablando Chicago es una joya. Más allá de la deep dish pizza hay que probar opciones de fine dining como Alinea y por supuesto, un buen hot dog y una cerveza en cualquier partido de basketball de los Bulls.
¿Cómo moverse?
Procura quedarte en el Loop, cerca de bares, restaurantes y atracciones turísticas. Será la zona más fácil para moverte, pues está muy bien conectada. Hay ciertas zonas de la ciudad muy amigables para caminar, pero en general lo más recomendable es moverse en taxi. También puedes usar su sistema de transporte público.
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