Patek Philippe presenta el Grandmaster Chime

Patek Philippe es una manufactura que pertenece a una familia. En estos momentos, en que todo se ha convertido en grandes corporativos, Patek se mantiene en el camino de ser independiente y tomar todas sus decisiones. El resultado es una manufactura con una calidad excepcional desde 1839.

A pesar de las más de 100 patentes que Patek Philippe tiene registradas, no hay manera de confundir sus piezas, porque todas tienen un sello característico. Cada reloj se crea de principio a fin en la misma manufactura, desde los modelos más simples hasta los que tienen todas las complicaciones imaginables. Y hay algo en sus piezas que las convierte en las más deseadas entre los conocedores de la alta relojería.

El Patek Philippe Grandmaster Chime, estrella de las piezas conmemorativas del 175º aniversario de la manufactura en 2014, entró en la colección regular en 2016 dotado de una caja de oro blanco y esferas negras y blancas.

Su nueva versión —de oro blanco con dos esferas azul opalino— tiene un estilo atemporal. Es el primer reloj de pulsera Patek Philippe con gran y pequeña sonerías, y es la pieza más compleja producida hoy por la manufactura. Entre sus 20 complicaciones hay cinco funciones sonoras, dos de ellas son exclusivas mundiales patentadas: una alarma que suena a la hora programada y una repetición de la fecha que hace sonar el calendario cuando uno decida.

Ficha técnica
Movimiento de cuerda manual. Caja en oro blanco, reversible, de 47.7 mm de diámetro. Esferas azul opalino. Faz horaria con cifras Breguet aplicadas en oro y centro con decoración guilloché “Clous de Paris” hecha a mano. Placas de las esferas en oro macizo de 18 quilates. Pulsera en piel de aligátor en azul marino brillante, con cierre desplegable. Reserva de marcha de 72 horas, y sonería de 30 horas.