Desde 1976 los Premios Rolex han otorgado un reconocimiento a iniciativas que transforman vidas y comunidades enteras, para construir un mejor planeta para todos. Siguiendo los valores de calidad, ingenio, determinación y el espíritu emprendedor que ha impulsado a la compañía desde sus inicios, en Travesías presentamos esta serie Guardianes del planeta, con perfiles de laureados en los Premios Rolex a la Iniciativa. Es el caso de Grégoire Courtine, cuyo extenso trabajo de investigación está enfocado en hacer que las personas con parálisis por lesión medular puedan volver a caminar.
Grégoire Courtine, Laureado con el Premio Rolex a la Iniciativa en 2019, es un neurocientífico francés residente en Suiza. En el Centro de Neuroprotésica de la Escuela Politécnica Federal de Lausana ha desarrollado una larga carrera de investigación centrada en las neurociencias, con el objetivo de encontrar una cura a las lesiones medulares.
A lo largo de la historia de la medicina, una lesión grave de la columna vertebral ha significado, para los pacientes, la pérdida permanente de movilidad. Largas sesiones de fisioterapia suelen conformar la ruta de la rehabilitación. Courtine considera que, si bien estas terapias son de ayuda, tienen un límite y no aportan una solución completa.
Apasionado de la escalada y los deportes extremos, Courtine se sintió identificado con un joven deportista de su misma edad que había perdido la capacidad de caminar, mientras que la labor de la Christopher & Dana Reeve Foundation dio un sentido pragmático a sus estudios sobre cómo el cerebro controla el movimiento. Dedicó 20 años de su carrera a la investigación y el desarrollo de una nueva tecnología que permitiera que las personas con parálisis por lesión medular pudieran retomar el control de sus extremidades y volvieran a caminar.
El resultado es una neuroprótesis de implantación quirúrgica que funciona como una especie de puente electrónico entre el cerebro y la médula espinar lumbar. Es capaz de detectar las órdenes de movimiento enviadas por el cerebro y genera estímulos eléctricos a la médula. Gracias a esto, el paciente puede recuperar el control de los músculos de las piernas, lo que permite una rehabilitación intensiva, enfocada a recuperar la marcha.
Además de los efectos más inmediatos, hay evidencia de que la médula espinal puede llegar a regenerarse, por lo que esta innovación podría inducir una recuperación duradera sobre los músculos paralizados de las piernas, hasta el punto de que se reduzca la necesidad del puente electrónico.
Courtine continúa su labor en Suiza, donde pacientes con parálisis han mostrado resultados positivos, al ser capaces de ponerse de pie y desplazarse con muletas por distancias cortas, y pueden aprender a caminar nuevamente con ayuda de un arnés suspendido y estimulación eléctrica adaptada de manera individual. Estos avances, que parecieran fruto de un milagro, están respaldados por un trabajo preclínico completo y la funcionalidad del puente ya ha sido comprobada. De hecho, la labor de Courtine continúa evolucionando de manera sólida, y en los últimos meses, hubo una actualización respecto a su tecnología, que ahora puede estimular la médula espinal para activar el tronco y los músculos de las piernas, una noticia que dio a conocer Nature Medicine.
Courtine continúa su trabajo para tener una comprensión cada vez mayor sobre los vínculos entre las señales del cerebro y la estimulación de la médula. Este experimento a pequeña escala pronto podría convertirse en un tratamiento común entre pacientes con parálisis, para quienes la neuroprótesis puede ser una opción que cambie su vida.
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Rolex anunció a los cinco Laureados de los Premios Rolex a la Iniciativa 2021. Sus proyectos fueron reconocidos por la entereza y el potencial que tienen para ayudar a reinventar nuestro futuro.
Para conocer más de otros proyectos que buscan mejorar la vida en el planeta, visita rolex.org. #PerpetualPlanet #GuardianesdelPlaneta