Para Rolex, explorar el planeta ha sido una constante desde hace casi un siglo. Sin embargo, en los últimos años, el hambre por descubrir los diferentes rincones de la Tierra ha encontrado un mayor propósito: el cuidado del medio ambiente. A medida que avanza el siglo XXI, la exploración por el bien del descubrimiento ha cedido el paso a la exploración como medio para proteger el planeta; un compromiso que Rolex reforzó con la iniciativa Perpetual Planet en 2019. Esta iniciativa hoy cuenta con tres pilares: los Premios Rolex a la Iniciativa, el trabajo con la National Geographic Society y la colaboración con el proyecto Mission Blue, cuya misión es preservar los océanos (y sus diferentes ecosistemas) para las generaciones futuras.
A pesar de ocupar 70% de la superficie de la Tierra y ser hogar de millones de criaturas distintas, hoy en día únicamente el 8% de los océanos en el planeta están protegidos. Liderada por la legendaria científica marina Sylvia Earle, Mission Blue nace en 2009 con la intención de crear una red mundial de áreas marinas protegidas (denominadas Hope Spots) a lo largo y ancho del planeta. Iniciativas como ésta han puesto el foco en la alarmante situación de los océanos actualmente. Con aguas abarrotadas de plástico y residuos, el número de peces ha disminuido hasta un 90% y los arrecifes de coral están muriendo en todas partes.
Para Sylvia Earle y su equipo —quienes realizan una labor de investigación, documentación y preservación admirable—, cada uno de los Hope Spots representa un lugar especial y vital para la salud de los océanos a nivel mundial. Si bien algunos Hope Spots se han creado en áreas marinas protegidas existentes, hay sitios en los que no existe ningún tipo de cuidado en marcha. En esos casos, Mission Blue se encarga de elaborar un plan de conservación en colaboración con organizaciones ambientales y gobiernos y poblaciones locales. Entre más gente interesada y capacitada para garantizar la protección de estas zonas, mejor.
Desde el golfo de California hasta las islas Palaos, los Hope Spots pueden variar en tamaño y ubicación; sin embargo, todos comparten una abundante vida marina, ya sea en forma de ecosistemas inusuales, poblaciones notables de especies amenazadas o corredores migratorios. Además, estos lugares son muy importantes a nivel histórico, cultural, espiritual y económico para sus respectivas comunidades locales. A la fecha, Mission Blue ha declarado más de 130 Hope Spots en el mundo y trabaja en más de 69 países para recuperar, proteger, preservar y promover la importancia de los entornos marinos.
Si hay un personaje en el mundo que ha dedicado su vida a desvelar los misterios del océano, esa es Sylvia Earle. Bióloga, exploradora y Testimonial Rolex desde 1982, la estadounidense ha utilizado sus viajes, libros, documentales y premios como una plataforma para transmitir su mensaje a la mayor cantidad de gente posible. “Antes pensábamos que el océano era tan vasto y tan resistente que no teníamos la capacidad de afectarle … En el espacio de unos cuantos decenios, hemos roto equilibrios fundamentales a escala mundial. Todo está conectado, y ahora estamos tomando conciencia de la importancia de dichos equilibrios”.
Con Mission Blue, el objetivo de Sylvia Earle es ayudar a proteger el 30% de los océanos para 2030. Afortunadamente, el proyecto ha encontrado en Rolex y su iniciativa Perpetual Planet el mejor aliado para salvaguardar los ecosistemas marinos y hacer de su labor de vida un legado para las generaciones futuras. En palabras de Earle “juntos, podemos llegar a conseguirlo realmente”.
Para saber más de otros proyectos que buscan mejorar la vida en el planeta visita rolex.org