Vivir Ámsterdam durante el invierno es una experiencia única. Si dejamos de lado que la temperatura se mantiene debajo de los 10ºC, y que se hace de noche alrededor de las cinco de la tarde, la capital de los Países Bajos se llena de vida gracias a eventos como el Amsterdam Light Festival, que todos los años reúne a artistas del mundo para que que hagan obras bioluminiscentes. Solo hay una condición: que todo gire alrededor de la luz.
La octava edición del Festival de la Luz de Ámsterdam arrancó el 28 de noviembre y se irá hasta el 19 de enero. Durante 53 días se exhibirán 20 obras luminosas (seleccionadas de un total de 650 propuestas) realzadas por artistas tanto reconocidos como emergentes. Para instalas las piezas, cada creador tuvo absoluta libertad para decidir en qué lugar querían ponerlas. Algunos optaron por intervenir las calles, otros por usar las construcciones más icónicas y algunos hasta se apropiaron de la riqueza fluvial que hay en las urbes.
La idea es que los asistentes puedan recorrer el centro de Ámsterdam en una ruta que los lleve a través de todas las instalaciones. Esta ocasión, las obras se pueden ver en la zona este del centro de la ciudad, en puntos como Oosterdok, Oudeschans, Amstel, Niewe Keizersgracht, Plantage Muidergracht o Entrepotdok. Para contemplar del espectáculo los locales proponen hacerlo a bordo de una lancha que navegue por los canales.
El cambio climático, un tema presente en el festival
Cada edición, el Amstedam Light Festival propone una temática sobre la cual giran todas las obras expuestas. Esta vez, el tema es alterar y todo lo que esta palabra implica. Desde conflictos hasta escenas de caos. Los artistas y estudios participantes se inspiraron en diversos conceptos que van desde la guerra hasta el apocalipsis, pero sobre todo en el calentamiento global y en la crisis climática que vivimos actualmente.
Un ejemplo de lo anterior es la instalación The Ice is Melting at the Pøules, del danés Martin Ersted. Aquí las líneas verticales de un láser son proyectadas sobre la fachada del Museo Marítimo, de tal modo que se genera la atmósfera de un glaciar derritiéndose.
Otra pieza que vale la pena mencionar es Surface Tension, obra de los ingleses Tom Biddulph y Barbara Ryan. En ella, se utiliza el agua del canal Entrepotdok para recrear una ciudad inundada, con coches, letreros y postes de luz a medio hundir.
Atlantis, una pieza del estudio sueco Utskottet se compone de un grupo de edificios icónicos sumergidos en el canal Zwanenburgwal. La obra posapocalíptica nos remite al futuro de las urbes costeras que corren peligro de desaparecer ante el inminente aumento del nivel del mar, como Nueva York o la propia Ámsterdam.
Además de las instalaciones…
Fuera de la ruta para ver las obras, Amsterdam Light Festival tiene una programación diversa para todos los visitantes, sean locales o viajeros. Habrán charlas que explorarán, por ejemplo, el rol de la luz y la oscuridad en la naturaleza. Este año también se podrá ver SKALAR, que estuvo en la Ciudad de México a finales de 2019. Finalmente los más interesados en el arte podrán participar en debates sobre cambio climático con los propios expositores.
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En portada: Butterfly Effect de Masamichi Shimada. Foto: Janus van den Eijnden
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