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Tres trofeos sobre la arcilla

Los testimoniales de Rolex triunfan en Roland-Garros.

POR: María Pellicer

Vista general de la cancha Philippe Chatrier con Iga Swiatek (Pol) en acción para su partido individual femenino de la ronda final contra Jasmine Paolini (Ita) en Roland-Garros.

Aunque se trate de una fiesta, hay algo ceremonioso y solemne en todo eso que sucede un par de semanas entre mayo y junio, en un extremo del Bois de Boulogne, en París. Roland-Garros es el único Grand Slam que se juega sobre tierra batida, y quienes pasean por el complejo saben que son afortunados de moverse entre las 16 canchas, que sobre todo durante los primeros días del torneo están especialmente activas. Más allá de las dos principales —Philippe Chatrier— y —Suzanne Lenglen—, al resto se puede acceder libremente, y por eso los afortunados curiosos esperan pacientemente en fila a que algún lugar se libere. Todo el mundo parece moverse con un objetivo en mente: encontrar sus lugares en el estadio, conseguir entrar a la tienda de souvenirs o hacerse de algo para comer. 

Los tradicionales sombreros blancos en Roland-Garros.

Fue aquí, hace exactamente 50 años, cuando Björn Borg y Chris Evert ganaron por primera vez un Grand Slam, lo que daría inicio a una carrera de éxitos para ambos. Con ese triunfo se inauguró una época de oro del tenis, en la que surgieron algunas rivalidades épicas entre jugadores (Björn Borg vs. John McEnroe o Martina Navratilova vs. Chris Evert, por ejemplo) y fue también durante esta época que nació la relación entre Rolex y el tenis, cuando en 1978 se convirtió en socio de Wimbledon. Con el paso del tiempo, la alianza se extendería a todos los Grand Slams afianzando la relación entre la relojera y el deporte blanco. Mucho ha cambiado desde entonces, “Roland-Garros era como mi segunda casa. La arcilla era mi superficie favorita y crecí jugando en ella y pensando que iba bien con mi estilo. Siempre jugué con mucha paciencia y consistencia. Ahora cuando veo a las mujeres jugar, el tenis es mucho más rápido y agresivo y me encanta ver cómo el juego ha evolucionado”, dice Chris Evert cuando recuerda esos primeros triunfos en París.

El estado Suzanne Lenglen.

Durante los dos días que visitamos Roland-Garros tuvimos también la fortuna de hacerlo desde la suite de Rolex, que ofrece unas vistas inmejorables de la cancha Philippe Chatrier. Desde 2019, Rolex es el cronógrafo oficial del torneo, asegurando la precisión técnica necesaria para los juegos. Y así como en otros tiempos fueron Borg y Everett los que brillaron en las canchas, este 2024 fueron dos testimoniales de la marca los que se llevaron los triunfos: Iga Świątek y Carlos Alcaraz.

Bjorn Borg duranate Roland-Garros de 1974. (Foto: Universal/Corbis/VCG via Getty Images).

Para la tenista polaca, este fue su tercer triunfo consecutivo en Roland-Garros, y su cuarto en general. La destreza, la concentración y la habilidad que la caracterizan salieron a relucir una vez más en su juego. Y fue la mítica Evans quien le entregó la el trofeo. “Me sentí muy orgullosa de haber ganado mi cuarto título en París. Chris es una leyenda y ha conseguido logros increíbles en la arcilla, por lo que aprecio mucho sus palabras. Ha habido tantos grandes jugadores en la familia Rolex que han cambiado la historia del deporte y estoy segura que su récord permanecerá por un tiempo. El año pasado me dijo, tienes que ir por él, así que haré caso a su consejo y seguiré trabajando duro”, dijo Świątek.

Iga Swiatek (Polonia) sostiene el trofeo después de su triunfo sobre la italiana Jasmine Paolini.

Por su parte, el testimonial español Carlos Alcaraz consiguió su primer título en París convirtiéndose en el primer tenista en ganar sus primeros títulos de Grand Slam en tres tipos de cancha. La victoria a cinco sets tomó 4 horas y 19 minutos y demostró que el joven murciano de apenas 21 años tiene una creatividad y una habilidad única. “Estoy muy agradecido de tener el equipo y a la gente que tengo a mi alrededor. Se que todos en mi equipo están poniéndo el corazón para hacerme mejorar como jugador y crecer como persona. Ha sido un gran trayecto, desde el primer juego hasta hoy. El Rolex Daytona que llevo puesto hoy es el mismo que usé cuando levanté el trofeo en Wimbledon el año pasado. Ha estado conmigo en algunos de mis momentos más importantes y guarda muchas  de mis memorias como tenista”.

Carlos Alcaraz con el trofeo después de su triunfo sobre el alemán Alexander Zverev.

Świątek y Alcaraz se unen a otros miembros de la familia de testimoniales de Rolex que han triunfado en Roland-Garros: Rod Laver, Chris Evert, Björn Borg, Jim Courier, Justine Henin, Ana Ivanović, Roger Federer, Li Na, Garbiñe Muguruza, mientras que Coco Gauff celebró la victoria en los dobles, consiguiendo una triada de trofeos este 2024.

 
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