A unos 200 kilómetros al sur de París, entre las ciudades de Tours y Blois, se encuentra el castillo Chaumont-sur-Loire, sede del Festival Internacional de los Jardines y, desde hace unos años, una de las galerías más codiciadas entre los artistas.
El edificio que alguna vez perteneció a Catalina de Medici, Diane de Poitiers y la Princesa de Broglie, se ha convertido en un espacio único para quienes quieren mostrar su trabajo en viejos muros y altos techos que apenas dejan explotar la luz natural.
El castillo tiene en su colección permanente intervenciones e instalaciones, como las esculturas de sauce de Patrick Dougherty o el bosque de vigas y campanas de Jannis Kounellis. Este año, tres latinos fueron seleccionados para exponer de manera temporal junto a otros veinte artistas internacionales.
El primero de ellos es el brasileño Henrique Oliveira, con su serie Momento fecundo. El pintor y escultor ha ganado fama por sus piezas de gran tamaño hechas de madera comprimida con formas orgánicas. Estas obras se vuelven cómplices de la arquitectura, como raíces que fueron expulsadas con fuerza de los edificios y que él mismo define como “muros vivientes”.
El segundo es el mexicano Miguel Chevalier, quien es un hito en el uso de tecnología digital. Con su exposición “Sur-Natures”, explora la relación entre la naturaleza y el mundo artificial, transformando líneas naturales en expresiones digitales, mediante jardines de luces y colores. Estas plantas artificiales crecen en tiempo real, reaccionan al paso y presencia de los visitantes y se mueven con las corrientes del viento, creando una especie de impresionismo digital, con danzas de colores que remiten a las obras de artistas como Claude Monet.
El nombre principal de las exposiciones es el mexicano Gabriel Orozco. Cada tres años, el castillo invita a un artista a vivir en una cabaña cercana al edificio para producir obras inspiradas por el campo francés y los antiguos jardines, que finalmente se quedarán en su exposición permanente. Este año, Orozco intervino la construcción con su obra Fleurs fantómes, inspirada en las tapicerías antiguas y los muros floridos que decoran las habitaciones, como una reflexión sobre la memoria de los espacios.
Los dos primeros estarán hasta noviembre. Orozco expondrá una parte hasta diciembre de 2016, mientras que el resto pasará a ser parte del acervo del castillo.
El castillo
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Es necesario llegar en auto o contratar un tour desde París.
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Tiene 32 hectáreas de terreno a las orillas del Loira.
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Después de ver las exposiciones, se puede disfrutar de un paseo por los jardines por 10.5 euros.
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Durante este paseo se puede aprovechar para visitar los viñedos aledaños y reservar alguna cata de vinos regionales.
Otras obras:
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Gabriel Orozco, Panta Rhei.
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Henrique Oliveira, Madera Reciclada.
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Miguel Chevalier, Magic Carpet.