¿Un sake para traer de Japón?
Este sake debe de estar en tu lista de favoritos.
POR: Redacción Travesías
Decidirse a traer una botella de un viaje no es algo sencillo, ni si quiera para quienes saben. Desde luego que debería de ser algo local, que no sea fácil de conseguir en casa, y ahí naturalmente el conocimiento se reduce y se cae en el riesgo de llevar cargando en la maleta peso inútil. En la cuestión del sake, el acertijo puede tomar aún mayor complejidad.
Lo primero que podría causar un malentendido es que en Japón el sake se refiere a cualquier bebida alcohólica. Lo que en Occidente conocemos como sake, el trago que se obtiene de la fermentación de arroz, es el nihonshu. Ahora sólo resta dirigirse al lugar adecuado para encontrar la mejor opción.
En la calle de Sakagura, en Saijo, se encuentran algunas de las destilerías de sake más prestigiosas y antiguas del mundo, entre ellas Kamotsuru. El Daiginjo Tokusei Gold Kamotsuru se vendió por primera vez en 1958.
Tiene un perfil seco y suave, con un aroma elegante. Es un sake muy fácil de tomar. La botella, inspirada en los antiguos envases de la bebida, tiene hojuelas de oro con forma de flores de cerezo. Actualmente se puede visitar su fábrica para descubrir su variedad de sakes, así como algunas de las exhibiciones que explican su proceso de elaboración.
Se caracteriza por su pureza y calidad, ya que se produce utilizando arroz de alta calidad y agua pura de la región. Además, la destilería Kamotsuru se compromete con la excelencia en cada etapa del proceso de producción, desde la selección de ingredientes hasta el embotellado final.
En cuanto a su sabor, podemos decir que es suave, fresco y tropical. El aroma es gentil y frutal, con toques de fresa y plátano. Se recomienda maridar para aperitivo, entrada o plato fuerte como sushi o sashimi. Y claro, es recomendado servirlo frío.
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