Una villa para salvar a las tortugas
Tomas Diagne, laureado con un Premio Rolex a la Iniciativa en 1998, ha dedicado su vida a la protección de todas las especies de tortugas en el continente africano.
POR: Diana Solano
Desde 1976, los Premios Rolex a la Iniciativa forman parte de la campaña Perpetual Planet y han otorgado un reconocimiento a iniciativas que transforman vidas y comunidades enteras para construir un mejor planeta para todos. Siguiendo los valores de calidad, ingenio, determinación y el espíritu emprendedor que ha impulsado a la compañía desde sus inicios, en Travesías presentamos la serie Guardianes del Planeta, con perfiles de laureados en los Premios Rolex a la Iniciativa. Tomas Diagne jamás imaginó que rescatar unas cuantas tortugas en Senegal se convertiría en una sólida carrera de conservación que se expande rápidamente por el continente africano. Ésta es su historia.
La pasión de Tomas Diagne, laureado con el Premio Rolex a la Iniciativa en 1998, surgió de manera tan espontánea que no fue sino hasta años después que se dio cuenta de que había descubierto una vocación que duraría toda su vida: la protección de todas las especies de tortugas —terrestres, marinas y de agua dulce— que habitan en el continente africano.
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Intrigado desde siempre por las tortugas de su localidad, Diagne tenía unos cuantos ejemplares de sulcata gigante —la tercera tortuga más grande del mundo— en la granja de su padre, en Senegal, de donde es originario. En 1993, convertido en un joven agrónomo, su madre le compartió un artículo escrito por el biólogo francés Bernard Devaux, quien luchaba por la preservación de la tortuga mediterránea. Diagne le dirigió una carta al científico con la idea de conseguir algunos ejemplares; recibió algo muy distinto en respuesta, algo que cambiaría el rumbo de su vida: Devaux le compartió no sólo sus conocimientos sobre el mundo natural, sino sus preocupaciones en torno a la conservación medioambiental. Se hicieron amigos, se encontraron en Senegal y de sus intercambios surgió la idea de crear, en Noflaye, cerca de la capital del país, la Village des Tortues, una aldea centrada en la protección de tortugas poco comunes durante el ciclo reproductivo para su posterior liberación. El interés en el centro fue tal que el primer año recibió 4,500 visitantes, y gracias al éxito en la crianza pudo ayudar a reintroducir especies en la región del Sahel mediante un programa de recuperación de biodiversidad dirigido por la FAO.
Cuando obtuvo el reconocimiento de Rolex, sorprendido y entusiasmado, Diagne tuvo la certeza de que estaba en el sendero correcto. El apoyo le permitió expandir la Village des Tortues más allá de los límites del terreno familiar y, de ser un entusiasta de las diferentes especies de tortugas locales, se convirtió en un conservacionista ferviente que hoy es una referencia en toda la región.
El enorme crecimiento demográfico en África amenaza los hábitats y pone en peligro la biodiversidad, y mientras la mayoría de los esfuerzos de preservación en el continente suelen irse a las jirafas, los elefantes o los rinocerontes, los animales más emblemáticos, la labor de Diagne es central en la protección de las 56 especies de quelonios que habitan el territorio y cuyas poblaciones decrecen a gran velocidad. Impulsar las leyes que impiden la caza furtiva, con ayuda del Gobierno, es una de sus tareas centrales, pero él considera que la fuerza más poderosa es la colaboración ciudadana.
En 2009, Diagne fundó el African Chelonian Institute, cuya tarea, además de la crianza y reintroducción de especies de agua y tierra a nivel continental, tiene un enfoque en la investigación, la educación y la divulgación. El instituto ofrecerá, además, un programa de profesionalización, el African Scholarship Program, pensado para expandirse en las siguientes generaciones de conservacionistas de diferentes países africanos.
Gracias a estas labores, se ha conseguido la liberación de 725 ejemplares de tortugas en cinco años y se ha ayudado a la protección de 10 especies en cinco países distintos. La tortuga erosionada de Costa de Marfil, las tortugas marinas de Guinea-Bisáu, la vulnerable tortuga de caparazón blando y la solitaria tortuga de barro Adanson, que sobrevive en un único lago de Senegal, son algunas de las especies que se monitorean mediante estas iniciativas.
Para más información visita rolex.org #PerpetualPlanet.
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