Es un restaurante del chef Jair Téllez (Laja, Merotoro). Se trata de un espacio informal, relajado, donde lo más importante no es el espacio sino la calidad de los ingredientes y la manera de cocinarlos: todo se prepara a la leña. Las estrellas del menú se acompañan con deliciosas cervezas artesanales o con una selección de vinos —como tenía que ser— que ofrece grandes hallazgos de la zona del Valle de Guadalupe y Tecate. Lo mejor es pedir un Ulloa blanco, seco y fresco.
Para comer, los tacos estilo coreano son un imperdible, una verdadera delicia para compartir. En Verde y Crema trabajan muy de cerca con sus proveedores, es por ello que varios ingredientes tienen nombre y apellido. Se siente como un espacio muy urbano por los grafitis de artistas locales y por lo relajado del espacio, pero al mismo tiempo transmite bien los sabores del campo y el intercambio cultural de una ciudad fronteriza. Sin duda, parada indispensable para la próxima vez que pasen por Tijuana.