Qué tomar en cuenta antes de subir cualquier montaña
Al final del camino te espera una gran vista y mucha satisfacción.
POR: Paulina Espinosa
Ahora vemos que más y más personas suben montañas a modo de hobby. Sin embargo, existe una preparación necesaria antes de tomar la decisión de embarcarte en la aventura, pues aunque para algunos parezca sencillo, no lo es.
Nos dimos la tarea de investigar con el equipo de Norbak, expertos en senderismo y alpinismo, qué es lo que necesitas saber antes de subir el Pico de Orizaba, el Iztla o cualquier montaña parecida.
Primero lo primero:
- Preparación física y mental: Es importante estar en buena forma física y tener una mente fuerte para enfrentar los desafíos que presenta una montaña. Por lo tanto se recomienda entrenar regularmente con un objetivo claro (si es alta montaña, es recomendable hacer hikes de adaptación en montañas de menor altura como pueden ser Nevado de Toluca, Malinche y Cruz de Marqués).
- Equipo adecuado: Se requiere de un equipo especializado y de calidad. Esto incluye ropa y calzado apropiados, herramientas de escalada, arneses, cuerdas, crampones y piolets.
- Conocimientos sobre la montaña: Es importante tener conocimiento sobre la montaña que se va a escalar, incluyendo su altura, clima, rutas, dificultad y peligros potenciales.
- Equipo de apoyo: En muchos casos, se requiere de un equipo de apoyo para proporcionar logística y suministros durante la expedición. Esto puede incluir guías, porteadores, cocineros y médicos.
Dicho esto, pasaremos a la lista de cosas que normalmente olvidamos y que, prácticamente, son las más importantes: los sentimientos y emociones que normalmente salen a flote cuando hacemos alta montaña:
- Miedo: Puede ser por muchos factores, pero normalmente puedes experimentarla cuando te enfrentas a terrenos desconocidos, climas extremos, accidentes y/o alturas nunca antes subidas. Es importante aprender a controlarlo y trabajar en técnicas para superarlo (los primeros auxilios psicológicos son de gran ayuda cuando llegan estas crisis).
- Estrés: A veces, este deporte puede ser estresante, especialmente cuando te enfrentas a situaciones imprevistas o peligrosas. Es importante desarrollar habilidades para manejar el estrés y trabajar en técnicas para reducirlo (la misma naturaleza nos ayuda mucho a esto, a bajar los niveles de cortisol).
- Frustración: Los obstáculos, accidentes e imprevistos, el mal clima o dificultades técnicas llegan a causar frustración, ya que son situaciones que no están en tus manos y hay que aprender a soltar y sobre todo, aceptar.
- Motivación: Este es el punto clave. Se tiene que tener un propósito antes de subir una montaña, establecer metas realistas, para que cuando la cosa se ponga complicada, tu propósito tenga más peso sobre la adversidad.
- Resiliencia: La resiliencia ayuda a superar obstáculos (del punto 1 al 3) y seguir adelante. Para desarrollar la resiliencia, es necesario tener una actitud positiva, ser flexible y estar dispuesto a aprender de los desafíos.
- Confianza: Podríamos decir que este es el punto más importante para escalar una montaña. La confianza en uno mismo y en tu equipo es primordial.
Llevar solo lo necesario
Debes tener en mente que lo que lleves será lo que tendrás que cargar todo el camino. Así que la recomendación de los expertos es llevar ÚNICAMENTE lo que realmente necesitas para sobrevivir dos días. Una buena (y breve) lista es lo siguiente:
-Papel higiénico
-Toallas húmedas
-Termo
-Bloqueador solar
-Repelente
-Medicinas
-Linterna
-Cambio de ropa
Ahora sí, cuando llegues a la meta, es casi un hecho que la satisfacción recorrerá tus venas. Algo importante es recordar que la cumbre es la mitad del camino, falta la otra mitad y es la parte más peligrosa, así que es importante guardar la mayor cantidad de energía posible.
En conclusión, tal como nos lo dijeron los Norbaks, “cuando se va a la montaña, se conquista esa montaña, pero la realidad es que cuando vamos a la montaña, la única conquista es la de uno mismo”.