Seguramente has notado que las ventanas de un avión tienen una forma muy particular: todas son ovaladas. Este diseño tan específico no es casualidad, sino una solución icónica en la historia de la aviación que se ha adaptado a los desafíos técnicos del vuelo.

Todo se remonta a la Era del Jet de los años 50, que trajo consigo cambios revolucionarios en el transporte aéreo. Los aviones De Havilland Comet, desarrollados en el Reino Unido, fueron los primeros jets comerciales y comenzaron a operar en 1951. Con un diseño innovador, el Comet prometía mayor velocidad y altitud que cualquier avión previo. Sin embargo, esta promesa de avance fue empañada por una serie de tragedias.

Varios Comet experimentaron fallas estructurales en pleno vuelo, y el resultado fue la pérdida de vidas de todos los pasajeros a bordo. Después de estas tragedias, investigaciones exhaustivas revelaron el problema: las ventanas rectangulares del avión.

El problema oculto de las ventanas rectangulares

Expertos aseguran que las esquinas internas pronunciadas de una estructura metálica, como podría ser una ventana rectangular, actúan como “puntos de tensión” o zonas propensas a sufrir concentraciones de fuerzas de torsión, flexión y estiramiento.

Estos puntos de tensión debilitaban el fuselaje del avión porque se somete a la presión cíclica del vuelo. Entre el despegue y el aterrizaje la presión sobre la estructura aumenta y disminuye drásticamente. Un ciclo que con el tiempo causa pequeñas grietas que se expanden y provocan que el fuselaje, ya debilitado, se rompa.

La solución: ventanas redondas

Tras las investigaciones, el diseño de ventanas redondas se convirtió rápidamente en el estándar de la industria. La geometría ovalada dispersa la tensión de manera uniforme, en lugar de concentrarla en esquinas, haciendo que las ventanas redondeadas sean mucho más seguras que las rectangulares. Aunque el diseño ideal sería no tener ventanas en absoluto, dado que el vidrio y los marcos de las ventanas añaden peso. Sin embargo, las ventanas redondeadas equilibran seguridad, peso mínimo y confort, y permiten a los pasajeros disfrutar de la vista.

Una excepción peculiar

Aunque eso sí, hubo una excepción que hay que mencionar. Los aviones Caravelle de Sud Aviation en Francia, que aparecieron a finales de los años 50, utilizaban ventanas triangulares con esquinas redondeadas. Aunque no se generalizó, este diseño muestra cómo la aviación siempre ha sido un campo de experimentación y de constante evolución.

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