Planeamos un viaje por México con inteligencia artificial y este fue el resultado

Durante los últimos meses, el internet se han dedicado a poner a prueba las nuevas plataformas de inteligencia artificial. Explorar herramientas como ChatGPT, Dall-e o Lensa se ha convertido en un pasatiempo digital muy común. Entre todos los experimentos ha habido resultados mezclados; algunas extraordinarias muestras de capacidad de la avanzada tecnología y ejemplos más bien decepcionantes.

Muchos usuarios han podido encontrar utilidad práctica en estas plataformas. Después de todo, la inteligencia artificial tiene el objetivo de automatizar tareas y resolver problemas. Ramas tan diversas como la literatura, las finanzas o el arte han ido más allá de los ensayos hipotéticos y ahora la usan para su propia conveniencia.

Todas estas herramientas reúnen un amplio conjunto de datos de texto encontrados en línea. Pero, además, tienen la capacidad de detectar patrones entre todos estos datos para generar respuestas coherentes a cualquier pregunta.

Incluso los viajeros pueden sacarle provecho. La próxima vez que estés planeando un viaje, podrías considerar apoyarte de alguna herramienta de inteligencia artificial. Sobre todo, cuando se trata de algún destino lejano, con el que quizá no estés tan familiarizado, donde quizá la información sea menos accesible.

Nosotros hicimos el experimento con ChatGPT, el famoso chat que, impulsado por inteligencia artificial, tiene la capacidad de responder prácticamente a cualquier solicitud que el usuario le haga. Para quien aún no lo ha probado, es tan sencillo como hablar con un amigo y preguntarle algo. El sistema regresará un mensaje de texto como respuesta, variando en extensión y profundidad dependiendo de la complejidad del cuestionamiento.

En este caso, le planteamos un escenario muy simple: “Haz un itinerario de un viaje de dos semanas por todo México”. En cuestión de segundos la plataforma había creado un plan de 15 días, con diferentes paradas en todo el país y varios lugares por visitar en cada ciudad. Sin duda acertó en varias cosas e incluyó lugares imperdibles a través de la ruta, pero ¿qué tan completo estuvo?

Así fue el itinerario de viaje creado por la inteligencia artificial

ChatGPT recomienda empezar en la Ciudad de México. El consejo de la inteligencia artificial es que, antes del salir al resto viaje, pases tres días visitando los que considera sitios imperdibles en la capital: los históricos, como el Templo Mayor y la Catedral Metropolitana; los museos, como el de Antropología y el Palacio de Bellas Artes, además de “disfrutar de la rica gastronomía mexicana en los mercados y restaurantes locales”.

Lo siguiente es tomar un vuelo para llegar a la ciudad de Oaxaca y pasar otros tres días ahí. Las sugerencias generales sobre este destino son visitar el sitio arqueológico de Monte Albán, comer algo en el Mercado Benito Juárez y caminar por las calles adoquinadas del Centro Histórico.

Después de una semana de viaje, la inteligencia artificial recomienda continuar con dirección al sur, hacía San Cristóbal de las Casas. Pasaremos explorando su arquitectura colonia, visitando las comunidades indígenas cercanas y “caminando” hacia las cascadas de Agua Azul y Misol-Ha.

Con dos días en Chiapas será momento de tomar un avión al sureste mexicano y llegar a Mérida. La inteligencia artificial recomienda pasar un día caminando entre sus calles y comer algo en el Mercado Lucas de Gálvez para después hacer un viaje hasta Chichén Itzá y conocer la impresionante pirámide de Kukulcán.

El itinerario de viaje creado por la inteligencia artificial para conocer México en dos semanas acaba en la costa caribeña, con una visita a Playa del Carmen, para relajarse en las playas y disfrutar de la vida nocturna, y una parada en Tulum, para explorar sus ruinas mayas y nadar en algún cenote.

¿Dónde acertó? ¿Qué faltó?

Las recomendaciones de Chat GPT concluyen con un importante disclaimer: “Ten en cuenta que hay muchas otras ciudades y lugares interesantes que podrías visitar en México, así que no dudes en ajustar este itinerario según tus preferencias y tiempo disponible”.

Después de nuestro experimento, es evidente que cualquiera que planeé un viaje con la ayuda de la inteligencia artificial debería de tomarlo con algunas reservas. Aunque las recomendaciones de la plataforma son útiles y en general incluye destinos imperdibles, lo cierto es que el itinerario resulta algo superficial si se quiere conocer el lado más auténtico de México.

Lo primero que resalta de este plan, es que omite cualquier destino más al norte de la Ciudad de México. Aunque, si bien limitamos la prueba a sólo dos semanas de viaje, lo cierto es que aún hay espacio para un viaje a la región de la Bajío, ciudades como Monterrey o Guadalajara, o a las playas de la Baja. Cualquier itinerario creado en otras circunstancias debería considerar por lo menos alguna de estas opciones, aunque signifique sacrificar algunos días al sur.

Por otro lado, las recomendaciones de la inteligencia artificial pueden resultar ambiguas en la mayoría de las paradas del viaje. Por ejemplo, en lugar de dar sugerencias concretas para comer en la Ciudad de México, se limita a los “mercados y restaurantes locales”. En algunos casos, también carecen de precisión, como cuando recomienda caminar desde San Cristóbal de las Casas hasta las cascadas de Agua Azul, algo que bien podría ser un viaje por sí solo.

Tomando en cuenta esto, las herramientas de inteligencia artificial quizá puedan ser útiles como punto de partida para empezar a planear un viaje. Es decir, son una forma de acercarse a lo más básico de un destino, sobre todo cuando se visita por primera vez. Servirán como una buena base para el resto de tus planes, pero, al menos en este caso, sin duda habría que explorar más opciones para complementar y crear el viaje ideal.

También es importante considerar que la mejor forma de sacarle provecho a la tecnología artificial, ya sea que se trate de planear un viaje o escribir un texto, es intentar ser lo más específico posible. Si acotas tu pregunta a una ciudad en particular o la reduces a una actividad en específico, como “lugares para comer” o “playas para surfear”, seguramente tendrás mejores resultados.