Los lugares en México donde comió Anthony Bourdain

En el universo culinario, hay figuras que trascienden la categoría de chefs para convertirse en narradores apasionados de historias a través de la comida. Anthony Bourdain, un explorador intrépido de sabores y culturas, dejó una marca indeleble en el panorama gastronómico global. Con su estilo sin pretensiones y su afán por descubrir las auténticas raíces de la comida, Bourdain no solo nos llevó a travesías culinarias, sino que también nos sumergió en las complejidades de las comunidades que dan vida a cada plato.

Entre todos sus viajes, él mismo admitió que México fue uno de los países que más le cautivó. Sin caer en la trampa de estereotipos, Bourdain se sumergió de lleno en la riqueza de los mercados callejeros, las taquerías bulliciosas y los restaurantes familiares, donde los aromas y sabores contaban historias de tradición y evolución.

Desde los icónicos tacos al pastor hasta los exquisitos moles, sus viajes por las calles empedradas y los coloridos barrios de la capital mexicana le permitieron capturar la esencia misma de la cocina mexicana. Sin embargo, entre todo lo que conoció en nuestro país, hubo algunos lugares que se convirtieron en sus favoritos personales.

La Guerrerense

Este no es solo un lugar de deleite para los sentidos, sino un lugar de innovación en el mundo culinario. Sabina Bandera, originaria de Guerrero, ha sabido fusionar sabores tradicionales con nuevas ideas, creando una experiencia única que atrae a locales y turistas por igual. Su destreza en la preparación de mariscos al estilo bajacaliforniano se ha convertido en un arte reconocido y celebrado.

Entre las delicias más solicitadas se encuentran las tostadas, auténticas obras maestras que encierran el espíritu innovador de La Guerrerense. Una de ellas, la “tostada Singapur”, se destacó internacionalmente al ganar el primer lugar en ventas y el tercer lugar en general en un concurso celebrado en la ciudad asiática.

El reconocimiento obtenido fue potenciado gracias al respaldo y promoción de Anthony Bourdain, quien vio en esta propuesta culinaria una expresión auténtica de la riqueza gastronómica de Baja California, lugar en donde se encuentra la sucursal original de La Guerrerense. 

Máximo Bistrot

Este reconocido restaurante está ubicado en la Ciudad de México. Se destaca por ofrecer una experiencia gastronómica de alta calidad, con un enfoque en ingredientes frescos y locales. El chef y propietario, Eduardo García, es conocido por su enfoque en la cocina de temporada y su compromiso con la sostenibilidad.

El menú de Máximo Bistrot suele cambiar según la disponibilidad de ingredientes frescos y de temporada. Se ha ganado elogios por su cocina creativa y deliciosa, así como por su ambiente acogedor.

Durante su visita, Anthony Bourdain quedó cautivado por un abulón salteado con serrano asado, mantequilla marrón y limón, y un taco relleno de cochinillo confitado cubierto con salsa casera.

Fonda Margarita

Ubicados en la colonia Del Valle, Fonda Margarita es una cocina de historia que ofrece una gama de platillos preparados de manera tradicional, con un legado que es ideal como carta de presentación para quienes pueden no estar tan familiarizados con la gastronomía mexicana. 

Platillos típicos son preparados en grandes cazuelas de barro que hacen un merecido homenaje a los sabores y aromas de México, desde su apertura, en 1948. Algunos de sus platos insignia son los frijoles con huevo, el chicharrón en salsa verde y sus clásicos chilaquiles.

Los Cocuyos

Ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, Los Cocuyos es un conocido puesto de tacos que tiene fama en la ciudad por su suadero, longaniza y tripa, entre otros. La carne se cocina en una tina de cobre, donde los sabores de la grasa se mezclan frente a quienes hacen cola para probar.

Su popularidad se debe a la calidad de ingredientes frescos, la sazón de sus platillos y la autenticidad de la experiencia gastronómica que proporciona. Esta taquería tiene más de cincuenta años de servicio al público y desde mucho antes que Anthony Bourdain la visitara, ya era una parada obligada en la Ciudad de México.