Los lugares donde vive Santa Claus
Lo único que comparten todos estos excéntricos destinos, es que aseguran ser los lugares donde vive Santa Claus.
POR: Iker Jáuregui
Todos sabemos que Santa Claus vive en el Polo Norte. Pero, el único problema, es que esa ubicación remota, a prueba de viajeros y curiosos, nos queda un poco lejos a todos. Sin embargo, hay algunos destinos un poco más accesibles que aseguran ser los lugares donde vive Santa Claus.
Entre los supuestos hogares de Santa hay un poco de todo; aquellos que cumplen con el imaginario común de las pequeñas villas nevadas, otros donde se ha producido la atmósfera necesaria de manera artificial e incluso algunos que pueden apelar a argumentos históricos.
Si, como nosotros, alguna vez te preguntaste a dónde se iban todas las cartas o cómo se llegaba al famoso taller, quizá encuentres alguna respuesta en alguno de estos lugares en donde supuestamente vive Santa Claus.
Uummannaq, Groenlandia
Cuando se dice que Santa Claus vive en el Polo Norte, quizá se refiere a esta muy remota población de nombre impronunciable. Todo hace perfecto sentido: si alguien quisiera arrancar una mega producción secreta de juguetes que funcione durante todo el año, este debe de ser uno de los mejores sitios para hacerlo.
Alejado de cualquier gran ciudad, Uummannaq es un pequeño poblado de apenas 1,500 habitantes, a 600 kilómetros del círculo polar ártico. Lo que domina el panorama es el blanco profundo del hielo, incluso durante el verano, justo lo que se esperaría del supuesto Polo Norte de Santa Claus.
Aquí, es donde se dice que llegan las cartas que los niños envían en Navidad e incluso hay una famosa construcción que se conoce como la Cabaña de Santa Claus, que sirvió como set para un programa infantil danés.
Mira, Turquía
Si Santa Claus existió alguna vez, tuvo que haber vivido aquí. O bueno, al menos sabemos que el personaje histórico que inspiró esta leyenda sí vivió en la ciudad de Mira. Durante buena parte del siglo IV, surgió aquí un personaje religioso, que después se hizo fama en toda Europa por las historias de su generosidad, conocido como Nicolás de Mira o simplemente San Nicolás.
Muchos historiadores apuntan a que la historia del Santa Claus que conocemos se inspiró en este obispo de Mira, quien distribuyó sus riquezas entre los pobres en forma de regalos. Mira, sin embargo, no es precisamente la villa nevada en la que pensamos cuando nos imaginamos el Polo Norte, si no una ciudad con buen clima y ruinas romanas.
Santa Claus, Indiana
Más que ser uno de los lugares donde supuestamente vive Santa Claus, este pequeño pueblo en Estados Unidos es una especie de malentendido que sus residentes han aprovechado para recibir visitantes y vivir de turismo.
Antes llamado Santa Fee, en algún punto de su historia reciente tuvieron que cambiar de nombre para evitar conflictos postales por el parecido con la mucho más grande capital del estado de Nuevo México, a unos 300 kilómetros de distancia. Debido a que la votación se hizo una Noche Buena, se sugirió el nombre actual como alternativa.
Al principio, el cambio no tuvo ningún impacto en la vida de los residentes, pero pronto empezaron a recibir las cartas de Navidad que el servicio postal no sabía a dónde mandar. Empezaron a responderlas como juego y, ahora, mucho tiempo después, se ha vuelto una tradición que continúa todos los inviernos, con la operación de decenas de personas a un costo de miles de dólares que se financian con donaciones.
Aquí es Navidad todo el año. Las calles llevan el nombre de los Reyes Magos o de postres de temporada. Hay grandes almacenes y parques de diversiones para los visitantes. Incluso hay un hombre que actúa de Santa Claus todos los años y cuya verdadera identidad sólo conocen unos pocos, quienes la resguardan como un auténtico secreto de estado.
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