Hvar: la isla nocturna de Croacia

Cuando hay que elegir playas para visitar en Croacia, Hvar es una de las favoritas para la fiesta. Tiene clubes de playa icónicos, luces neón, DJ’s que viajan de todo el mundo para tocar acá y botellas de champaña que desfilan de mesa en mesa.

Además de todo eso hay un muelle precioso, calles por donde uno puede perderse y restaurantes donde se puede cenar muy bien. Y como el resto de Croacia, unos atardeceres que parecen retocados con Photoshop.

¿Qué hacer?

Hvar es una isla muy adecuada para caminar por la marina, donde hay varios hoteles y restaurantes, o por las calles detrás de ésta.

La playa Bonj es una de las más populares y, si la caminata es justamente cuando se mete el sol, los atardeceres más espectaculares están garantizados. Así que nuestra recomendación es ir a la playa y pasar el día en algún beach club durante la mañana y, por la tarde, caminar de vuelta al hotel mientras aprecian el atardecer, para finalmente cerrar el día en alguno de los restaurantes de la marina, donde sirven fresquísimos productos del mar.

Algunas de sus atracciones más populares, para los que prefieren la historia y la arquitectura, son la catedral de San Esteban, la fortaleza de Španjola y la de Hvar. Esta última es una construcción medieval desde donde se puede ver toda la isla.

Ahora bien, si lo suyo es la fiesta, lo mejor que pueden hacer es rentar un yate para ir a Carpe Diem Beach o Laganini para pasar el día.

¿Dónde dormir?

Hay varias opciones de hospedaje, pero la mejor ubicada es Riva Marina. Se encuentra justo al centro de la isla y es un buen punto de partida tanto para tomar una embarcación como para caminar hacia los restaurantes y clubes de playa.

Otra opción es Amfora Hvar Grand Beach Resort, para los que prefieren tener acceso a la playa y pasar el día sin salir prácticamente del hotel, pues tiene varias piscinas y un spa.

¿Dónde comer y beber?

En general, el producto marítimo en Hvar es de muy buena calidad. La mayoría de los centros de consumo son clubes de playa en los que, además de probar el producto local, podrán disfrutar una gran fiesta.

Para los que prefieren algo más tranquilo están los restaurantes de la marina o alguno que otro escondido entre las calles de la isla, mientras que para beber hay varias opciones de vinos croatas, de acidez balanceada y bastante frescos, que van muy bien con los pescados y mariscos, así que no dejen pasar la oportunidad de probar alguna etiqueta local. El restaurante Gariful es un buen sitio para ello.