Resultado de la colaboración de 3 talentos mexicanos: los Chefs Enrique Olvera, Luis Arellano y el arquitecto Javier Sánchez; Criollo se encuentra en una casa blanca alejada del centro de la ciudad de Oaxaca, como si estuviera esperando a ser descubierto.

Apenas entras a la casa, el diseño y arquitectura del lugar le dan la importancia al cuarto principal de todo restaurante: la cocina. Pasarás de todo el movimiento y ajetreo de los cocineros trabajando, a un espacio tranquilo y agradable para comenzar tu experiencia gastronómica de 7 platillos, sentado entre distintos tipos de agave.

La atención y el detalle para mantener la tradición de la cocina mexicana se ve desde su elemento básico: la tortilla. Mariana, originaria de Oaxaca, es la encargada de hacer las tortillas ahí mismo en un comal, guardando así la esencia de la misma. Cada platillo está elaborado en torno a los ingredientes de la temporada, haciendo cada visita distinta para el comensal según la época del año.

En esta ocasión, nuestros platillos favoritos fueron: el tamal de frijol y hoja santa acompañado del guacamole de hierbas y ceniza de totomostle, tampoco podríamos dejar de mencionar la barbacoa de res enchilada. Todo esto acompañado con un mezcal, bebida oaxaqueña por excelencia.

Hacer una reservación es altamente recomendable para no perderse la oportunidad de emprender este viaje por la historia gastronómica del país.