Estas ciudades han prohibido o regulado las rentas a corto plazo, como Airbnb
Este tipo de hospedajes han causado polémica en la Ciudad de México, pero también en el resto del mundo.
POR: Iker Jáuregui
Hace unos días el congreso de la Ciudad de México aprobó una serie de medidas para regular la actividad de plataformas de alquiler de viviendas, como Airbnb. A partir de ahora, ninguna vivienda en la capital mexicana podrá rentarse por más de seis meses al año en este esquema de arrendamiento.
De acuerdo con lo comunicado por el propio congreso, estas regulaciones tienen el objetivo de “mitigar la gentrificación” y la “competencia desleal” con otros jugadores de la industria turística. Debido a que la renta para turistas a través de estas plataformas suele ser un negocio más rentable que el alquiler tradicional, son consideradas una de las principales razones del encarecimiento de vivienda y el desplazamiento de vecinos en la ciudad.
Sin embargo, este no es el primer caso de una ciudad que opta por regular las controversiales plataformas. Desde ciudades en Europa, hasta otros casos en América han tomado cartas en el asunto. Estos han sido los resultados.
Ámsterdam
La capital neerlandesa fue una de las primeras grandes ciudades europeas en regular los alquileres a corto plazo. Desde 2020, los residentes de Ámsterdam no pueden rentar sus propiedades por más de 30 días al año para estancias de corto plazo, con el objetivo de desincentivar un modelo de negocio que “contribuía a la sobre turistificación y afectaba a la ciudad”. Sin embargo, un grupo de empresarios logró obtener un amparo en contra de la medida que, tras un proceso judicial, se excluyó en algunos de los barrios más céntricos de Ámsterdam.
Singapur
Las autoridades de esta ciudad-estado en el sudeste asiático han tomado una aproximación distinta frente a las propiedades tipo Airbnb. Si bien las estancias a corto plazo no están absolutamente prohibidas en propiedades particulares, está prohibido anunciar alquileres por menos de tres meses y en algunos casos por menos de seis meses.
Barcelona
La ciudad catalana es una de las metrópolis que más se ha esforzado por disminuir las rentas a corto plazo. La legislación estipula que todas las propiedades que tengan esta finalidad deberán de quedar registradas y aplicar a un permiso especial, de lo contrario los dueños podrían ser acreedores a multas de hasta 600,000 euros. Los permisos incluyen responsabilidades adicionales, como impuestos por cada estancia, requisitos de seguridad y un tope de renta de 120 días anuales. Sin embargo, las autoridades han anunciado que dejarán de emitir permisos de este tipo y de renovar los existentes, por lo que se prevé que los Airbnbs dejarán de existir en la ciudad para el año 2028.
Florencia
Siendo una de las ciudades con mayor circulación turística en Europa, Florencia se ha visto obligada a responder con medidas estrictas a la proliferación de este tipo de rentas. En 2023 las autoridades locales prohibieron el registro de nuevas propiedades con esta finalidad, y si bien no interfirieron con las ya existentes, ofrecieron una excepción fiscal de tres años a todas los dueños que estuvieran dispuestos a transformar su propiedad para rentas a largo plazo.
Honolulú
En las islas hawaianas han tomado diferentes medidas para abordar el crecimiento de los hospedajes de corto plazo, tipo Airbnb. La regulación varía dependiendo la isla e incluso la zona. En Oahu, donde se encuentra Honolulu, se ha prohibido las rentas de menos de 30 días con excepción de zonas específicas designadas para el turismo, donde también se encuentran hoteles y otros grandes desarrollos.
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