En el corazón de Frankenmuth, Michigan, se encuentra Bronner’s Christmas Wonderland, un lugar que parece salido de un cuento navideño. Reconocida como la tienda de Navidad más grande del mundo, este es un destino obligado para los amantes de la temporada, ya que celebra el espíritu navideño los 365 días del año.
La tienda tiene más de 300 árboles de Navidad decorados, mientras que las 100,000 luces que rodean el medio kilómetro de camino hacia la entrada crean una atmósfera mágica. Sin embargo, esta magia tiene un precio. La factura eléctrica del lugar alcanza un promedio de $650 dólares por día.
Un legado festivo
La historia de Bronner’s se remonta a 1945, cuando Wally Bronner, recién graduado de la escuela secundaria, fundó un negocio de pintura de letreros y ventanas. En 1951, un encargo para diseñar decoraciones navideñas personalizadas para postes de luz marcó el inicio de su fascinación por la Navidad. Tres años después, abrió su primera tienda de artículos navideños y, con el tiempo, expandió su negocio hasta establecerse en un edificio de gran tamaño en el 25 de Christmas Lane. Aunque Wally falleció en 2008, su familia continúa con su legado.
¿Qué encuentras en Bronner’s?
Entre los más de 50,000 productos disponibles se encuentran árboles, nacimientos, calendarios de Adviento, medias personalizadas, libros infantiles, cascanueces y hasta trajes completos de Santa Claus.
Uno de los mayores atractivos son los más de 8,000 diseños de adornos, la mitad de los cuales son exclusivos de Bronner’s. Además, la tienda destaca la diversidad cultural de la Navidad, con exhibiciones que celebran las costumbres de más de 25 países.
Un destino global
Cada año, más de dos millones de personas visitan Bronner’s, llevándose millones de adornos y casi 800 kilómetros de cables de luces. Desde luego, la tienda es especialmente popular durante los meses de noviembre y diciembre, cuando sus eventos estacionales, como las visitas de Santa y los cantos navideños, atraen multitudes. En los tres días posteriores al Día de Acción de Gracias, más de 50,000 personas cruzan sus puertas.
Para quienes prefieren una experiencia más tranquila, se recomienda hacer una visita entre semana y fuera de temporada, cuando las multitudes son menores, pero la magia sigue intacta.
