Volar sin miedo: cómo superar la ansiedad de los aviones

Para muchos, volar es sinónimo de aventura, nuevas experiencias y la emoción de descubrir el mundo. Pero, para otros es una fuente de estrés y ansiedad que comienza desde el momento en que se reserva un boleto. 

Con los recientes accidentes aéreos, es natural que algunas personas sientan aún más temor de lo habitual. Sin embargo, entender por qué nos afecta esta ansiedad y aprender a controlarla puede marcar la diferencia entre un vuelo tenso y uno tranquilo.

¿Por qué nos da miedo volar?

El ser humano está diseñado para caminar sobre la tierra, no para estar suspendido a miles de metros en el aire. Aunque la aviación es uno de los medios de transporte más seguros, nuestro instinto primitivo interpreta volar como un riesgo.

Además, el miedo al vuelo suele estar asociado con la sensación de falta de control: confiamos nuestra seguridad a un piloto, a la aerolínea y a factores externos como el clima. A esto se suma la influencia de los medios de comunicación. Mientras que los accidentes automovilísticos ocurren con mucha más frecuencia, rara vez aparecen en las noticias. En cambio, cuando ocurre un accidente aéreo, su cobertura es extensa, generando la impresión de que es un riesgo mayor de lo que realmente es.

Si eres de los que sienten un nudo en el estómago con solo pensar en abordar un avión, hay estrategias efectivas para reducir esa sensación de temor. Aquí te compartimos algunos tips para volar con más tranquilidad:

1. Enfócate en los hechos reales

El miedo muchas veces se alimenta de pensamientos irracionales. Por eso, reemplazar la preocupación con datos puede ser muy útil. La posibilidad de estar en un accidente aéreo es extremadamente baja: un pasajero podría volar todos los días durante más de 100,000 años antes de vivir un incidente fatal. Saber que las aerolíneas tienen rigurosos protocolos de seguridad y que los pilotos entrenan constantemente puede brindarte una mayor sensación de confianza.

2. Práctica la exposición gradual

Si el miedo es intenso, enfrentarlo poco a poco puede ayudarte. Comienza viendo videos sobre el funcionamiento de los aviones, documentales sobre seguridad aérea o entrevistas con pilotos que explican los protocolos. Luego, visita un aeropuerto sin la presión de volar y, cuando te sientas listo, elige un vuelo corto para practicar la experiencia en pequeñas dosis.

3. Controla lo que puedes

Si bien no podemos pilotear el avión, sí podemos tomar decisiones que nos hagan sentir más cómodos. Elige un asiento que te brinde tranquilidad (como los cercanos a las alas, donde hay menos turbulencia), escucha música relajante o lleva un libro que te distraiga. También evita el exceso de cafeína o alcohol, ya que pueden aumentar la ansiedad.

4. Usa técnicas de respiración y mindfulness

El estrés se puede gestionar con herramientas como la respiración en caja (inhala en 4 tiempos, sostén el aire 4 segundos, exhala en 4 y mantén sin aire 4 más). También puedes probar el método 5-4-3-2-1: observa cinco cosas a tu alrededor, toca cuatro objetos, escucha tres sonidos, identifica dos olores y saborea algo. Estas técnicas ayudan a anclarte al presente y evitar que la mente se dispare con pensamientos negativos.

5. Si lo necesitas, busca apoyo profesional

Si el miedo a volar interfiere con tu vida, hay especialistas en ansiedad que pueden ayudarte. Existen terapias efectivas como la terapia cognitivo-conductual y programas específicos para perder el miedo a volar, algunos incluso incluyen simulaciones de vuelo con pilotos profesionales.