Descubrimos un nuevo destino para la bici de montaña en Todos Santos
Todos Santos es un paraíso donde el mar y el desierto se encuentran, con clima ideal, buena comida y arte. Sorprendentemente, también es un creciente destino para el ciclismo de montaña en México.
POR: Redacción Travesías
Llegamos a Todos Santos sabiendo que encontraríamos el paraíso: ese pueblo donde el mar toca el desierto, con clima perfecto, buena comida y arte en cada esquina. Aunque con cada visita, siempre nos recibe con una nueva sorpresa, nunca esperamos que entre todo lo que ya lo hace uno de nuestros lugares favoritos en México, también se estuviera convirtiendo en un gran destino para el ciclismo de montaña.
Lo supimos desde que llegamos. Los colores de sus calles, su encanto y su gente seguían como los conocíamos, pero ahora también encontrábamos a más viajeros paseándose por los caminos montados en bicicletas. Preguntado, nos enteramos de que venían llegando desde muchos y muy variados rincones de la media península Baja California Sur. Todos habían recorrido alguna porción de un sendero de 60 kilómetros que sale desde Todos Santos con rumbo a playas, miradores y otros pueblos.
Era una nueva forma de asomarnos a toda la naturaleza y la cultura de uno de nuestros destinos favoritos y no dudamos en probarla. Antes de lamentarnos por no haber planeado con tiempo y traer bicicletas con nosotros, supimos que no teníamos que preocuparnos, pues hay varios negocios en el pueblo que rentan todo el equipo necesario, haciendo mucho más sencillo el viaje desde otros lugares de México y ayudando a despistados que, como nosotros, tienen que improvisar.
El punto de partida del ciclismo de montaña en Todos Santos está en alguna de sus tiendas locales, como Over The Edge, justo en el centro del pueblo, donde además de rentarnos una bicicleta perfecta para el terreno de la Baja, nos dieron direcciones y los propios dueños del local nos explicaron más sobre las rutas que recorreríamos en los próximos días.
Además de sus consejos, hay muchas plataformas como Trailforks y MTB, donde la comunidad ciclista deposita todo su conocimiento y pudimos encontrar otras rutas que se adaptaban a lo que queríamos.
Lo mejor del ciclismo de montaña en Todos Santos es que, entre los 60 kilómetros de caminos que rodean el pueblo, pudimos escoger diferentes rutas que variaban en dificultad, destino y duración. Todas con un vistazo a lo mejor de Baja California, desde ángulos que nunca habíamos disfrutado, pero que ahora no querremos perdernos cada que regresemos.
Punta Lobos y Puerto Viejo
No hay como terminar una aventura en bicicleta con la recompensa de las aguas del Pacífico. Justamente era lo que buscábamos con esta ruta hacia una de las mejores playas vecinas de Todos Santos: Punta Lobos.
Esperamos a la tarde para emprender el camino. No sólo porque el sol cobra factura a ciertas horas de la mañana, pero también porque nos aconsejaron esta ruta en particular para poder contemplar los mejores atardeceres de la Baja. No decepcionaron.
El camino puede empezar desde el centro de Todos Santos, abordando primero un breve tramo de los caminos pavimentados que salen de la ciudad, para después adentrarnos por caminos montañosos que terminan en la playa pesquera de Punta Lobos. Aprovechamos para tocar el agua del pacífico y escuchar las olas, pero sabiendo que lo mejor de la ruta todavía nos esperaba.
Después de haber bajado, tocaba escalar para encontrarnos con el sol, justo antes del atardecer. Así empezamos a subir el cerro de Puerto Viejo, cuya cara está directamente frente al Pacífico. Después de una hora de camino y algunas subidas exigidas, que valieron la pena, llegamos a la cima de la ruta, un spot perfecto para la puesta.
Las Tunas
Para nuestra segunda ruta, buscamos bajar un poco la exigencia física del camino y escogimos algo con menor complejidad técnica. La respuesta de todos coincidía, tanto los locales como las plataformas en internet sugerían que para un paseo algo más tranquilo había que ir a Las Tunas.
Esta es una pequeña cuenca que se forma justo al norte de Todos Santos. Entre las pronunciadas bajadas de su valle se han trazado algunas buenas rutas para el ciclismo de montaña, muchas perfectas para principiantes.
Primero tomamos el camino de “East Gate”, que, como su nombre indica, es una de las mejores formas de entrar en Las Tunas desde el pueblo. Durante dos kilómetros la ruta fue tranquila, con una leve subida antes de entrar a “La madre de todos los senderos”, uno de los caminos más famosos entre locales, que después de una media hora nos regresó a nuestro punto de partida.
Sierra Madre
Por último, quisimos internarnos en la montaña, buscando las rutas más vertiginosas de la región para cerrar con broche de oro. Había que dirigirnos a los caminos de la Sierra Madre, al este de Todos Santos.
Justamente aquí se juntan todos los cerros que le sirven a estas costas como una barrera natural que las separa del interior de la península. Nosotros empezamos a subir hasta su cúspide en un circuito de poco más de 20 kilómetros que recorre desierto, montaña y algo de carretera.
La ruta sube los cerros de la Calera y la Minita, con vistas espectaculares hacía el Pacífico y Todos Santos desde su cúspide. Entre subidas y bajadas, el camino nos retó, pero terminó siendo una ruta divertida con un poco de todo.
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