Cuando el enólogo Andreas Pernerstorfer emprendió la remodelación de su cava personal, en el pequeño pueblo de Gobelsburg, al noreste de Austria, no esperaba encontrarse con ningún hallazgo. Quizá una botella de vino le habría venido bien, pero en su lugar se topó con un descubrimiento inesperado, digno de un arqueólogo: enormes huesos que resultaron ser de mamut, datando de la Edad de Piedra.
Tras investigaciones, los expertos han confirmado que el lugar guardaba huesos de al menos tres mamuts, descubiertos en capas superpuestas en el sótano de Andreas. “He trabajado en muchas partes del mundo y nunca había visto tantos mamuts en un solo lugar”, afirmó Hannah Parow-Souchon, directora de la excavación e investigadora de la Academia Austriaca de Ciencias, en una entrevista que concedió al Washington Post.
Un descubrimiento significativo
La Academia Austriaca de Ciencias ha calificado el descubrimiento como “el hallazgo más significativo de este tipo en más de 100 años”. Los investigadores estiman que los huesos tienen entre 30,000 y 40,000 años de antigüedad y planean establecer una fecha más precisa mediante el análisis del carbón encontrado en la bodega. Hace 150 años, se descubrieron artefactos de pedernal, fósiles de joyería y carbón vegetal en un sótano vecino, y se cree que los nuevos hallazgos pueden pertenecer al mismo sitio y período.
Además, aseguran que los sedimentos de la zona han ayudado a preservar muy bien estos y otros hallazgos cercanos. Los investigadores están examinando los huesos, que posteriormente serán entregados al Museo de Historia Natural de Viena para su restauración.
Fascinación por los mamuts
Antes del descubrimiento de la cava, el hallazgo más reciente de mamut en Austria había ocurrido el año pasado, cuando se encontró un colmillo durante las obras de construcción de una línea de metro en Viena.
A pesar de su extinción hace milenios, los mamuts siguen fascinando a los científicos. A principios de este año, una empresa de biotecnología con sede en Dallas anunció que estaba un paso más cerca de hacer realidad sus planes de revivir al mamut lanudo, o al menos a un elefante similar al mamut que pueda prosperar en climas fríos.
Este descubrimiento no solo aporta un valioso conocimiento sobre la prehistoria de Austria, sino que también habla de la importancia de la preservación y la investigación en el campo de la paleontología.