Cinco destinos por descubrir en 2024

Cuando viajar es una constante en tu vida, siempre estás en búsqueda del siguiente destino. Y en un mar de información en línea, listados y rankings no siempre resulta fácil encontrarlo. Sin embargo, aquí hemos reunido a los que destacan por su rareza, historia, paisajes y gastronomía. Bután, por ejemplo, fue el lugar favorito de varios de nuestros colaboradores, mientras que Albania nos sorprendió gracias al viaje al pasado que representa recorrer sus antiguas calles. La gastronomía y los paisajes naturales nos llevaron a Georgia, y las cifras de bienestar a Finlandia.

Albania

Uno de los países más pequeños y menos explorados de Europa. A pesar de su tamaño modesto, la grandeza de su historia es notable. Más allá de los desafíos recientes, como la era de la dictadura bajo Enver Hoxha y las complejidades asociadas con su integración a la economía global desde 1991, Albania ha mantenido una identidad única. Entre los elementos distintivos que capturan la atención de los viajeros y que lo hacen un lugar digno de visitar, sin duda la gastronomía se posiciona como uno de los principales motivos. Los sabores albaneses reflejan una increíble fusión entre Oriente y Occidente. Por un lado, la influencia mediterránea e italiana, con el uso de aceites, aceitunas, quesos y pastas. Por otro, se exploran preparaciones que incorporan verduras y especias, lo que recuerda a un mezze de origen turco o árabe. Todo esto se complementa con la exquisitez de los vinos locales. Un buen consejo es indagar sobre los ingredientes frescos del día y dejarse sorprender por las sugerencias culinarias.

La historia que puedes experimentar en cada rincón de las calles de Tirana, combinada con los aires modernos de la actualidad, es otro elemento que vuelve atractivo este destino. Desde la residencia del dictador hasta la pirámide que originalmente estaba destinada a ser un museo, pero que en la actualidad ha sido transformada en un centro de tecnología, algunos de los búnkeres abandonados en la ciudad se han convertido en galerías y museos, mientras que los restos de un antiguo castillo han sido reconfigurados como un centro comercial al aire libre.

Georgia

Se ubica en la encrucijada entre Europa oriental y Asia occidental, donde los viñedos en las laderas, las montañas del Cáucaso y antiguas ciudades como Tiflis ofrecen una experiencia llena de historia y naturaleza. La hospitalidad georgiana es legendaria y la gastronomía local es una delicia para el paladar. Además, sus paisajes con glaciares y montañas volcánicas ofrecen oportunidades únicas para el senderismo y la fotografía. Sumado a esto, si visitas sus tierras en temporada de invierno, podrás disfrutar extraordinarias pistas de esquí, como Goderdzi o Mestia.

Mongolia

Este país es uno de los menos poblados del mundo, con sólo 3.4 millones de habitantes en un territorio tres veces más extenso que el de Francia. Famoso por mantener su estilo de vida nómada tradicional, donde el pastoreo es la base de su economía, los mongoles viven en yurtas, que son casas de campaña fáciles de armar, y usan un deel como su vestimenta tradicional. El territorio mongol está dividido en cuatro zonas: el bosque de montaña, la estepa alpina, regiones semidesérticas y los paisajes desérticos del Gobi.

Sin embargo, la mayor maravilla natural de Mongolia, y uno de los lugares que hay que visitar una vez en la vida, es Khövsgöl Nuur, un lago de 136 kilómetros de longitud en el límite sur de Siberia. Este lugar tiene un gran significado espiritual, pues funciona como una valiosa fuente de inspiración para los chamanes. Para aquellos que vienen de tierras lejanas, es el destino aventurero perfecto, pues brinda la posibilidad de disfrutar actividades como equitación, pesca, remo, senderismo o ciclismo de montaña. Las personas más intrépidas pueden optar por emprender una expedición de 15 días a lo largo de sus orillas, partiendo desde Khatgal, un pueblo adornado con casas de madera, campamentos turísticos y tiendas.

Este destino cuenta con uno de los cielos más oscuros del mundo, así que observar las estrellas en el desierto de Gobi es una experiencia inolvidable para los entusiastas de la astronomía.

Finlandia

En 2021, Finlandia obtuvo el título como el país más feliz del mundo por cuarto año consecutivo, según el “Informe mundial sobre la felicidad”. Este logro se atribuye en gran medida a sus arraigadas tradiciones culturales, destacando la música, la gastronomía y el famoso sauna, reconocido internacionalmente. Estas experiencias no sólo son apreciadas por los locales, sino que ofrecen a los viajeros la oportunidad de sumergirse en el estilo de vida finlandés, siempre en conexión con la naturaleza.

Aunque la mayoría asocia Finlandia con el invierno, el distrito de Lakeland es un excelente destino durante el verano, gracias a que muchos de los 188,000 lagos del país se pueden encontrar en esta región, mezclándose con los exuberantes bosques de color verde esmeralda que rodean la zona. En esta época se puede navegar por el lago Saimaa en barco, hacer kayak o paddle surf. Además, el Parque Nacional Kali alberga más de 4,000 especies de plantas y animales, por lo que es uno de los parques con mayor biodiversidad de Finlandia y en el que las largas caminatas son un verdadero placer.

Por otra parte, la tradición del sauna forma parte integral de la vida de la mayoría de los finlandeses. Esta costumbre va más allá de ser simplemente un acto de higiene corporal, ya que también desempeña un papel en la purificación mental, al brindar a las personas una sensación de serenidad interior. Los mejores saunas en Lakeland están en Kuru Resort.

Bután

Bután es el último país budista vajrayana del mundo y contiene muchos sitios religiosos venerados, desde estupas al borde de la carretera hasta templos, monasterios y conventos. Ubicado en el corazón del Himalaya, es un país conocido por su belleza natural, su cultura única y su enfoque en la felicidad nacional bruta. Sus paisajes montañosos están salpicados de monasterios antiguos, como el famoso Taktsang (Nido del Tigre), mientras que las coloridas festividades y la arquitectura tradicional dzong contribuyen al encanto de este lugar. Bután es referencia en cuanto al equilibrio entre modernidad y preservación de sus raíces culturales y el medio ambiente.