A lo largo de su historia, el territorio egipcio ha tenido varias ciudades capitales. De los antiguos faraones a los visires musulmanes, el centro político del país ha cambiado varias veces en los últimos milenios. Sin embargo, no había habido ningún proyecto tan grande para mudar la capital, hasta hoy.
El Cairo es la ciudad más grande de Egipto, del continente africano y de todo el mundo árabe. Fue fundada en el año 969 para celebrar la conquista del califato fatimí sobre el territorio egipcio; su nombre en árabe (Al-Qahirah) significa la resplendorosa o la victoriosa. Más de mil años después, la ciudad es el hogar de unos 20 millones de personas.
Una nueva sede para el gobierno
Aunque por su importancia también es conocida como la ciudad de los mil minaretes, El Cairo actualmente padece de severos problemas de tráfico y contaminación. Para tratar de disminuir la presión que tiene la ciudad, el nuevo presidente egipcio decidió construir una nueva urbe a la cual se mude todo el aparato burocrático de la capital: unos 2.1 millones de personas.
La construcción comenzó en 2011 y este año la visión comienza a hacerse realidad. A principios de año el presidente egipcio inauguró la mezquita principal, y está estimado que el parlamento egipcio se mude en verano seguido por unos 50,000 burócratas.
De la ciudad de los mil minaretes al nuevo Dubai
Hasta este momento la ciudad aún no tiene nombre y es simplemente conocida como NAC (Nueva Capital Administrativa por sus siglas en inglés). Se ubica a 49 km al este de El Cairo, a medio camino entre la ciudad de los mil minaretes y el puerto de Suez.
Se ha dicho que el modelo a seguir para la nueva ciudad es Dubai, aunque el diseño del distrito gubernamental es una mezcla de estilos arquitectónicos faraónicos, musulmanes y modernos. Cuando esté terminada, la ciudad será del tamaño de Singapur y ocupará unos 700 km cuadrados. Se caracteriza por tener amplias avenidas y altos edificios de cristal y acero, alojará al rascacielos más alto de África y a la catedral cristiana más grande de la región.
Nuevas capitales
Egipto no es el primer país en construir una nueva capital desde cero. Brasil, Myanmar y Kazajistán también decidieron en años recientes construir nuevas ciudades, y Brasilia, Naipyidó y Astana son los resultados.
Estos proyectos ofrecen la oportunidad de crear un escaparate para proyectar la imagen de una nación moderna y en desarrollo. Después de los conflictos de la Primavera Árabe, construir una Nueva Capital Administrativa es visto como una oportunidad para que el nuevo gobierno reafirme su estabilidad, aunque el éxito se verá una vez que la mudanza inicie.
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