Más allá de la actual discusión sobre la banalización del arte en la era del internet y las redes sociales hoy en día, está la posibilidad de satisfacer la curiosidad estética en diversas plataformas digitales. La misión de esta plataforma es sencilla: que cualquier persona con internet tenga acceso al arte que se produce en todo el mundo.
¿Te interesa Andrea Mantegna, el pintor cuatrocentista italiano, o las muñecas de Hans Bellmer? Están aquí, pero como parte de un contenido que trasciende una búsqueda típica en Google.
Artsy tiene cuatro ejes, el primero es una base de datos con alrededor de 300 mil imágenes de arte, arquitectura y diseño. Cada una está acompañada de una ficha técnica que incluye el museo o galería en el que se encuentra la obra, así como la posibilidad (luego de suscribirse al sitio) de seguir a un artista para recibir novedades.
El segundo eje es el coleccionismo. Artsy funciona como un enlace –sin beneficio propio– entre galerías y museos, y la gente interesada en comprar desde una pieza de 100 dólares hasta una de un millón puede conseguirlo fácilmente.
Un tercer eje es la educación. Es posible descargar alrededor de 26 mil imágenes en alta definición de gran utilidad para estudiantes, profesores y especialistas. Todas estas opciones son posibles gracias a lo que Artsy denomina Art Genome Project, una especie de mapa genético del arte que involucra alrededor de mil características (genes) que permiten diferenciar obras y artistas por sus temas, movimientos y estilos, entre otras variables.
Además de todo esto, Artsy contribuye con artículos editoriales que permiten al público conocer sobre distintos tópicos, por ejemplo, los 10 escultores más importantes en este momento.
Artsy constituye una de las mejores opciones para conocer arte histórico, moderno y contemporáneo en esta nueva época de navegación por internet.
