5 icónicos edificios de Frank Gehry que puedes visitar alrededor del mundo
Desde Bilbao hasta Seattle, las obras de este arquitecto canadiense han dejado huella en la arquitectura posmoderna.
POR: Pamela Herrera
Distinguido por seguir el movimiento arquitectónico deconstructivista, el arquitecto Frank Owen Goldberg, mejor conocido como Frank Gehry, logró plasmar su obra en distintas ciudades alrededor del mundo.
Gehry se inspiró en el junk art, explorando la utilización de materiales distintos a los convencionales y cuestionando el concepto de belleza. También su obra recibió influencias del cubismo y, de alguna manera, del collage, pues solía montar, desmontar y colocar capas de distintos materiales en sus construcciones.
Para él, la arquitectura, el arte y sus edificios, sin duda, son una muestra de esa cualidad.
“Diseñar algo de lo que uno quisiera ser parte, algo que uno quisiera visitar y disfrutar en un intento por mejorar la calidad de vida”.
Frank Gehry
Entre medallas
Frank Gehry recibió en 1989 el Premio Pritzker, galardón considerado como el “premio Nobel de la arquitectura”, otorgado a aquellos arquitectos que enriquecen a la humanidad con sus obras.
También ha sido premiado con las Medallas de Oro de American Institute of Architects (AIA) y Royal Institute of British Architects (RIBA).
En 2014, a sus 85 años de edad, fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
Los más icónicos
Empezando con su obra más popular, el Museo Guggenheim de Bilbao, en esta obra originalmente el arquitecto quiso hacer un edificio de un solo material, eligiendo al acero inoxidable; pero para su sorpresa en los días nublados y lluviosos, éste tenía un aspecto triste que no tenía relación con el objetivo del museo.
Intentando encontrar otro material resistente, pero hermoso, llegó al titanio. Ver el atardecer en una pieza de titanio fue la señal que necesitó para construir este museo con este metal.
El Guggenheim Museum Bilbao abrió sus puertas al público el 18 de octubre de 1997 y hasta ahora es una de las obras más representativas de Gehry.
Lo que empezó como una donación de Lillian Disney, terminó siendo un referente en el mundo musical: Walt Disney Concert Hall.
En 1987, Disney donó 50 millones de dólares para la obra y entre las 70 solicitudes de distintos arquitectos, la obra de Gehry fue elegida. La estructura vista desde afuera tiene una gran similitud formal con el Guggenheim Museum Bilbao, pero por dentro las 12,500 piezas de acero marcan la diferencia.
El Walt Disney Concert Hall tiene una capacidad para 2,200 personas y cada rincón del recinto está cuidadosamente diseñado para que la acústica no pierda calidez. Éste es ahora la sede principal de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y el lugar donde las voces del Coro Magistral de Los Ángeles son grabadas.
Como un sello característico de su arquitectura, que no presenta ni fachada ni techos, Gehry hizo la Fundación Louis Vuitton en París. Tras 12 años de construcción y seis mil metros cuadrados de cristales curvos, este edificio se eleva 46 metros sobre el nivel del suelo y presenta uno de los espacios más grandes dedicados a la creación artística.
A pocos metros del Jardin d’acclimatation e inmerso en el bois de Boulogne, la Fundación Louis Vuitton ocupa una superficie de 12 mil metros cuadrados en París.
Como una muestra de que la música y la cultura están en constante evolución, Frank Gehry creó el Museum of Pop Culture (MoPop) de Seattle.
Aquí es donde tres mil paneles hechos con 21 mil tejas de acero inoxidable y aluminio le dan forma al museo. Cada una de estas tejas está hecha, pintada y moldeada a la medida y responden a diferentes condiciones de luz. La maravilla del MoPop es que desde cualquier ángulo simula ser de un color distinto.
Siendo la pieza central del Millenium Park en Chicago, el Jay Pritzker Pavilion es una pieza monumental donde cada año se celebran conciertos al aire libre de diferentes tipos de música.
En este lugar la característica principal es que los espectadores se sientan parte de la obra desde cualquier lugar donde se encuentren. Las formas de la parte baja del escenario influyen para lograr una mejor difusión y calidad de la acústica.
El Jay Pritzker Pavilion está hecho con piezas de acero inoxidable soldadas entre sí y recubiertas con placas del mismo material. Los tubos circulares en la explanada también son de acero inoxidable y simulan una red que da una sensación de integración a cada uno de los 11 mil espectadores que caben en el recinto.
¡Soy un arquitecto tradicional y trato de hacer edificios que no tengan goteras!
Frank Gehry
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