Mayakoba: lujo en mar y tierra

Dentro de un refugio de 240 hectáreas se encuentra Mayakoba, un conjunto de cuatro resorts de lujo y un campo de golf rodeados por un entorno natural protegido. Cada uno de los resorts, —Andaz Mayakoba, Banyan Tree Mayakoba, Fairmont Mayakoba y Rosewood Mayakoba— es un pequeño paraíso surcado por manglares, canales, cenotes y ríos subterráneos que confluyen en el mar y tiene algo único que ofrecer a sus huéspedes tras una serie de remodelaciones para modernizar los espacios.

Frente al mar turquesa se encuentra Sands Beach Club de Banyan Tree Mayakoba, un renovado club de playa con una espectacular alberca y un restaurante que ofrece, en una carta imaginada por el chef Alfonso de la Dehesa, un exquisito menú de platillos de mariscos. Banyan Tree también sorprende con sus 12 nuevas suites con un interiorismo inspirado en la cultura mexicana y concebido por el despacho de arquitectos Sordo Madaleno.

Por su parte, Fairmont Mayakoba, el resort que cuenta con la playa más extensa de Mayakoba, sorprende con una reforma integral en sus 401 habitaciones, cinco restaurantes y áreas públicas y spa. Rosewood Mayakoba continúa celebrando a los productores locales mediante su menú y su oferta de cocteles artesanales en Zapote Bar.

Mención aparte merecen los spas, Banyan Tree Spa, Willow Stream Spa de Fairmont y Sense®, A Rosewood Spa, y el Naum Wellness & Spa de Andaz, cuyos tratamientos están inspirados en los antiguos rituales mayas. Andaz Mayakoba es el hotel más joven y moderno del destino y se caracteriza porque su decoración interior está inspirada en la naturaleza y el azul del mar Caribe que lo rodea.

Ecoresort sobre el agua

Mayakoba significa “lugar que está sobre el agua” en lengua maya. Este complejo se encuentra en un entorno protegido y enamorará a los amantes de la naturaleza: con un poco de paciencia, allí sus huéspedes podrán ver coatíes, venados de cola blanca, ranas arborícolas y tortugas caguama. La responsabilidad de Mayakoba hacia el entorno no es menor, y hay acciones concretas que así lo demuestran.

Es el caso de la reforestación del arrecife Mesoamericano –el segundo arrecife de coral más grande del mundo– y la preservación de la población de tortugas marinas. También se ha procurado que 58 hectáreas de manglar permanezcan intactas para proteger el hábitat de la vida silvestre. Todas estas iniciativas han merecido el Premio Ulysses para el Desarrollo del Turismo Responsable que otorga la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas. El ecoresort también ha recibido certificaciones de Rainforest Alliance y la más alta certificación como Desarrollo Turístico Sustentable y Socialmente Responsable de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.

El paisaje se presta para realizar múltiples actividades como paseos privados en yate y botes eléctricos, kayak, paddle boarding, buceo, esnórquel, moto acuática y velero. En tierra se puede explorar, a pie o en bicicleta, un circuito de senderos perfecto para el avistamiento de aves. Y ¿qué decir del primer campo de golf PGA Tour de Latinoamérica? Con 18 hoyos, este campo diseñado por el legendario Greg Norman fusiona los diversos ecosistemas de Mayakoba. Así, la jungla tropical, los canales de agua dulce y las playas del Caribe se funden en una postal única que atrapará a quienes tengan la fortuna de visitar este paraíso.