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Estas son las naciones más pequeñas de Europa. ¿Por qué vale la pena conocerlas?

Los microestados europeos tienen una gran historia que contar entre castillos, jardines, murallas y tumbas esculpidas por artistas.

POR: Pamela Herrera

Si sumamos los territorios de Mónaco, Ciudad del Vaticano, Andorra, Luxemburgo, Liechtenstein y Malta, los seis microestados europeos, tendremos una extensión de poco más de mil km2, lo que traducido a espacio mexicano equivale a dos tercios de la Ciudad de México.

Estos países han logrado sobrevivir a los intentos de ser asimilados por parte de los países vecinos (uno de los casos más recordados fue el de Mónaco con Francia), consiguiendo ser estados soberanos.

Desde paraísos financieros hasta capitales deportivas estas son nuestras recomendaciones de lo que vale la pena conocer en cada uno de ellos.

El más pequeño de todos

La Ciudad del Vaticano es la entidad política más pequeña del mundo. Conocida por ser el lugar católico por excelencia, en ella habitan alrededor de 800 mil personas. Cada rincón de esta ciudad-estado está plaga de arte e historia: arquitectura romana, museos, edificios renacentistas y jardines que te harán sentir, literalmente, en el edén.

Uno de los imperdibles es el mausoleo papal en la Basílica de San Pedro, la entrada es gratuita y en él se hallan las tumbas de los 264 papas difuntos, desde San Pedro -fundador de la Iglesia Católica- hasta Juan Pablo II. Algunas de las lápidas fueron esculpidas por artistas como Miguel Ángel y Bernini, por lo que en sí mismas poseen un valor artístico incalculable.

Aldo Loya para Unsplash

Madrugar es la clave para evitar tumultos en el recorrido. Para alcanzar la Cúpula de San Pedro, uno de los puntos arquitectónicos más altos del Vaticano, deberás subir 551 escalones, definitivamente una prueba de resistencia (y de fe para muchos).

La recomendación es contratar un tour con un grupo reducido para vivir una experiencia íntima y lejos de las multitudes.

Tampoco puedes perderte una visita a la Torre de San Giovanni, una edificación medieval en forma circular situada en el oeste de los jardines vaticanos. Se trata de un lugar ideal para disfrutar de la vista y, relajarte. Reserva un tour para acceder a ella sin perderte, ya que el sitio es enorme.

El paraíso financiero

Mónaco es el segundo país más pequeño del mundo y el que tiene más policías por habitante en el mundo.

Con un territorio menor a dos km2 y una población de 39,244 personas, de las cuales el 68% son inmigrantes, Mónaco basa su economía en el turismo, los servicios financieros y el sector inmobiliario (aquí nadie paga ISR).

Por supuesto, en un roadtrip por el sur de Francia, este país es una parada obligada. Sus calles sin basura, sus impresionantes yates y el desfile de carros de lujo te dan la bienvenida a un país donde hasta el agente 007 ha pasado horas de diversión apostando en los casinos y conduciendo como piloto de Fórmula 1.

Julien Lanoy para Unsplash

Una visita a Le Jardin Exotique te dará una vista privilegiada desde las alturas, así como del espacio subterráneo. La cueva es un espacio ubicado a las faldas del jardín. Para conocerla, debes descender 300 escalones que te conducen a una profundidad de unos 90 metros sobre el nivel del mar para encontrarte en medio de un paisaje dominado por estalagmitas y estalactitas.

Este jardín además alberga plantas con másde 100 años de antigüedad. Fundado a finales del siglo XIX, su creador, Augustin Gaustaud, eligió suculentas otros continentes -especialmente de América y África-, lo que le otorgó un carácter exótico. Con más de tres mil cactus, el jardín requiere la atención de 15 jardineros. Subir a él es una odisea, pero descuida, mientras subes encontrarás descansos donde podrás observar el mar a través de los cactáceos.

Mónaco ha sido desde siempre un destino refinado y la gastronomía es tan variada como buena. Sin embargo, una recomendación para disfrutar como local es, Maya Bay, un restaurante de comida thai y japonesa que fusiona la cocina oriental con la elegancia de Mónaco.

Al terminar, da una caminata por la bahía y observa el atardecer.

El estado soberano más antiguo del mundo

¿La república más antigua del mundo? San Marino. Podríamos pensar que es parte del país de los vinos y las pastas, pero la realidad es que este microestado es tan independiente como los demás en esta lista.

San Marino tiene mucha historia que contar, de los seis microestados europeos, éste es el más antiguo y es el único que sigue las leyes escritas en una constitución hecha en el siglo XVI.

Con alrededor de 60 km2 de territorio, uno de sus mayores atractivos son sus castillos medievales que datan del siglo XI, ubicados en los puntos más altos de sus montañas.

Además de perderte en una caminata por cada rincón de la capital visita el mercado central, donde podrás comprar ingredientes frescos para, que un chef Cesarine -la red de cocineros más antiguos de Italia- te enseñe a preparar un platillo de la región.

La gloria de los juegos de invierno

En medio de Suiza y Austria se encuentra otro centro financiero que, además de ser un microestado independiente con 160 km2 de territorio, es conocido por ser el lugar perfecto para practicar deportes de invierno.
Liechtenstein es un antiguo principado y en Vaduz, su capital, se encuentra el castillo donde vive la familia real Liechtenstein, además de la Galería Nacional de Arte y el Museo Nacional de Liechtenstein.

Para llegar a Liechtenstein puedes tomar un tren en Suiza y bajarte en Burch o Sargans, si vienes de Austria entonces debes bajar en Feldkirch. No hay aeropuertos internacionales.

Keira Siobhan para Unsplash

Una actividad casi obligada es el senderismo en los Alpes. Éstos rodean todo el país, alcanzando alturas de hasta 2,400 metros.

La ruta más popular es Fürstin Gina Weg, su extensión es de 12 km y que toma cerca de cinco horas en ser recorrida.

El camino comienza en Malbun, tomando el teleférico y llegando hasta Sareis. Desde allí se sigue, camino por el Sendero de la Princesa, donde se alcanza el punto más alto del trayecto: Augstenberg,a 2,359 metros.

Las vistas de Suiza y Austria desde ese sitio son una verdadera maravilla natural. Después de descansar un poco y gozar de la vista, entonces podrás seguir por una hora más hasta llegar a Pfälzerhütte, donde podrás descansar, beber y comer para regresar a Malbun y terminar con el recorrido.

La gran mezcla cultural

Entre Sicilia y África se localiza este microestado con 316 km2 de extensión. La sucesión de sus culturas y naciones que lo rigieron a lo largo de la historia es tan vasta como compleja, desde los romanos hasta los británicos, pasando por los moros y los Caballeros de San Juan.

Entre sus sitios más emblemáticos están las fortalezas de La Valeta y los templos de Tarxien o Mnajdra, pero también las cámaras funerarias que datan del año 4000 a.C.

Es en Malta donde se encuentra el poblado también conocido como Pueblo de Sweethaven: Popeye. Construido en 1980 para la película con el mismo nombre, este pueblo tiene 19 edificios y casas edificadas con madera importada de los Países Bajos, además de tejas canadienses.

Ubicado en la costa, Popeye también cuenta con una valla para proteger las construcciones de la marea.
Este pueblo, después de la filmación de la película, se convirtió en un museo abierto al público.

Allí encontrarás personas disfrazadas de los personajes principales, shows de marionetas y, por supuesto, un espacio para eventos especiales.

El límite de la Península Ibérica

Andorra es el microestado europeo con la mayor superficie. Cuenta con 468 km2 y una población de 78 mil personas, está ubicado entre Francia y España, con una fuerte influencia catalana tanto en su cultura como en su lengua.

Perderte en la capital con mayor altitud de toda Europa es algo que, definitivamente, no te puedes perder.

Las compras de joyería, relojes, electrónica y cosmética en esta ciudad merecen la pena, pues a comparación de otros países como España, en Andorra el impuesto es solamente del 4,5%. Lo que convierte a este país en el lugar ideal para conseguir los mejores souvenirs.

Recorre sus calles, disfruta de las montañas que la rodean y disfruta de un brunch de tapas, un tazón de acai y donas en Drom Kaffe by Kökosnøt.

Después de conocer la capital Andorra la Vella, puedes pasar la tarde en Plaça del Poble, construida en 2010, donde puedes ver una escultura llamada Monumento al Inmigrante, y que es el centro de reunión de los locales, aquí disfrutan de una vista de zonas naturales, bancos para descansar y en temporada navideña del Mercat de Nadal.

Jossuha Theophile para Unsplash

Visitar Andorra es sinónimo de una gastronomía peculiar. La cocina es una fusión de la comida francesa y la española adaptadas a las condiciones e ingredientes de la región.

En Lleida y Pirineos el alioli de membrillo es tradicional, éste se puede disfrutar como aderezo en el pescado o untado en un trozo de pan.

Los embutidos también son parte tradicional de la gastronomía. Las carnes más populares en este país son de buey, caballo, ternera, añojo y cordero.

No es casualidad que en su bandera tengan dos vacas, ¿o sí?

En tu visita por Andorra no puedes perderte la experiencia de degustar caracoles bove a la llauna, típicamente cocinados a las brasas y acompañados con alioli de membrillo.

 
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