1858 Geosphere, un modelo de Montblanc para exploradores

La relojería de Montblanc tuvo su origen en 1858. Charles-Yvan Robert fundó un taller de relojería con el que se inició la manufactura Minerva, que poco a poco se fue convirtiendo en especialista en relojes profesionales que medían pequeños intervalos con mucha precisión.

El Montblanc 1858 Geosphere es uno de los relojes más relevantes de la colección 1858 de Montblanc, inspirada en la reconexión con la naturaleza y que toma como referencia los cronógrafos profesionales que se desarrollaron en los años veinte y treinta del siglo XX. El objetivo final es resaltar la historia de la marca para crear piezas de alta innovación: piezas excepcionales de alta relojería.

El Geosphere está dedicado al reto de escalar siete cumbres del mundo (la lista de Messner), el máximo desafío del alpinismo de aventura, en el que los escaladores deben descubrir las montañas más altas de cada continente.

Este reloj es sorprendente porque tiene dos hemisferios giratorios abombados en los que están marcadas las siete cumbres, junto con el Mont Blanc, o Monte Blanco. Permite medir la hora mundial de una manera muy simple y sus colores están inspirados en las tonalidades de los glaciares, que van desde el blanco hasta el azul profundo. Los materiales seleccionados para esta pieza resisten condiciones adversas, cambios de temperatura y campos magnéticos. En la tapa trasera de la caja tiene grabada una imagen del Monte Blanco junto con una brújula y dos picos de hielo como tributo a la cumbre que inspiró el nombre de la marca.

Ficha técnica
Movimiento mecánico con cuerda automática, hora mundial. Caja en titanio grado 5 con asas curvas con acabado pulido y satinado, de 42 mm de diámetro. Bisel bidireccional de acero con cerámica azul. Carátula azul, con números arábigos luminiscentes en color blanco. Correa en piel de becerro Sfumato azul elaborada en la Pelletteria de Florencia.