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Iniciativas para combatir la roya en los cafetales mexicanos

Los cafetales mexicanos, aquejados por la plaga de un hongo llamado roya, se encaminan a aminorar la adversidad con el apoyo de iniciativas en las que los consumidores estamos llamados a jugar un papel clave.

POR: Mónica Isabel Pérez

Caminas entre el verdor y la humedad. Encuentras, entre las plantas, las anheladas cerezas rojas que resguardan los granos de café. El camino para que éstos se transformen en ese líquido aromático que tanto disfrutamos aún es largo. Y, sin que lo sepamos, es un proceso que —en México— lleva años en peligro. El enemigo es la roya, un hongo que provoca una terrible epidemia en los cafetales. Infecta las hojas hasta hacerlas caer y con eso impiden procesos vitales para las plantas como la fotosíntesis, la respiración y transpiración. En Chiapas —uno de los estados que más nos hacen sentir orgullo cuando hablamos de café mexicano— esta plaga ha provocado que la producción disminuya hasta 65 por ciento, afectando los ingresos de cientos de familias que se han dedicado por generaciones al cultivo que permite que disfrutemos nuestra dosis diaria del “bálsamo para el corazón y el espíritu”, como le llamaba el compositor Giuseppe Verdi.

La única forma de luchar contra la roya es inyectar nueva vida a los cafetales. Reemplazar las plantas afectadas por otras sanas, más jóvenes y resistentes. No es una solución rápida, pero es efectiva, como ya lo probaron algunas de las mujeres cafeticultoras de la Cooperativa de Café Totonacapan en la Sierra de Puebla, quienes han renovado los plantíos para liberarlos de la roya gracias a la campaña Todos Sembramos Café. “Me regalaron plantas de variedad Marsellesa, entonces empecé a tumbar los árboles viejos afectados por la roya”, cuenta Olimpia Gabana Ponce, quien es parte de esta poderosa cooperativa. “Empecé a renovar, sembrar las plantas nuevas y ahorita mi parcela está muy bonita”.

 

La unión hace la fuerza

Para ayudar a la renovación de los cafetales, asegurar producto mexicano de alta calidad y generar una verdadera conexión en todos los eslabones de la cadena del café —desde el que lo cultiva hasta el que lo consume en una cafetería y de regreso—, Starbucks creó la campaña “Todos Sembramos Café”. Así que esta es la receta para que participes de la siembra del que beberás pronto: compra tus bolsas de café de grano en cualquier Starbucks del país. Eso es todo. A partir de esta sencilla acción, durante todo 2021, la cadena donará 10 pesos por cada bolsa comprada para llevar plantas de café resistentes a la roya a las comunidades caficultoras mexicanas. Esto no solo nos permite seguir disfrutando de nuestra bebida favorita, sino que impacta de manera inmediata en la mejora de la economía y de la calidad de vida de quienes se dedican a producirlo.

Este programa, que existe desde 2014, sirvió de inspiración para que Estados Unidos creara 100 Million Trees Commitment. Hasta ahora, ambos programas han logrado donar más de 10 millones de plantas de café y la meta es aumentar esa cifra donando 400,00 más para este año. Sumarse a la causa no podría ser más sencillo. Y al hacerlo, se participa de un círculo virtuoso que va aún más allá de la donación de un árbol de café. Los productores también tienen la opción de integrarse a las Prácticas C.A.F.E, otro programa de Starbucks que se dedica a promover prácticas de cultivo transparentes, rentables y sostenibles que al mismo tiempo protegen el bienestar de las familias y comunidades que trabajan para poner diario una deliciosa taza de café en nuestras manos.

Piénsalo así cuando estés entre los estantes de Starbucks: tomar la bolsa es como recolectar las brillantes cerezas rojas que resguardan los granos que llevarás a casa. Nacidas de árboles sanos con hojas verdes, brillantes, por fin libres.

 
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