España —el tercer país con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO del mundo— es un destino con un sinfín de posibilidades; un lugar donde el viajero puede pasear por ciudades modernas y sitios que lo trasladan a otras épocas.
También es posible disfrutar de la más alta cocina entre quesos, tapas y vinos, o pasear por espacios naturales protegidos en los que es posible maravillarse o practicar algún deporte al aire libre. La diversidad está tanto en los paisajes como en las actividades que uno puede hacer, ya sea salir de fiesta o ir de compras, tumbarse en la playa o esquiar en la montaña.
Madrid no sólo es la capital política, también lo es en el ámbito cultural. el Museo del Prado, por ejemplo, es una de las pinacotecas más importantes que existen debido a la calidad y variedad de sus obras. en su interior resaltan los tesoros de artistas como Velázquez, Rembrandt y Goya, entre otros. Por su parte, la colección de arte contemporáneo del Museo Nacional de Arte Reina Sofía es una de las más importantes de Europa; ahí es donde uno puede admirar el histórico Guernica de Picasso.
En Madrid también hay que dejarse seducir por el lujo de la Milla de Oro, en el barrio de Salamanca. Allí se encuentran algunas de las marcas de moda más prestigiosas, incluidas las mejores firmas españolas. Si el viajero busca algo más alternativo o independiente, la calle Fuencarral acoge los establecimientos más variados. Si uno busca algo más artesanal, puede dirigirse los domingos hacia el rastro: un enorme mercado al aire libre en el centro de la ciudad que tiene todo lo que uno pueda imaginar. Pero si de joyas cerámicas se trata, hay que visitar la antigua Casa de Talavera de Madrid.
Si bien Madrid concentra grandes atributos del país, sería imposible resumir tanta riqueza en una sola ciudad; aún así, la capital definitivamente es un buen punto de partida para explorarlo.
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