Viajera empedernida, María Pellicer fue editora de Travesías durante nueve años y ahora se encarga de los proyectos de viajes en Travesías Media.
¿Cómo están cambiando la industria las mujeres que viajan solas?
Aunque claramente hoy hay muchísimas empresas que buscan atender a este “segmento” yo soy de la idea que no hay diferencia en un viaje siendo hombre o mujer. Puede haber lugares que te hagan sentir más o menos seguro, o cómodo, pero eso depende de tu circunstancia. El clásico ejemplo sería que si yo voy a un país musulmán podría sentirme extraña teniéndome que cubrir la cabeza pero seguramente si una mujer de ese país viniera al mío se sentiría extraña en mi ciudad. Al final siento que son temas que tienen que ver más con la cultura que con ser hombre o mujer.
¿Qué destinos, en México o en el extranjero, le recomendarías a una mujer que quiere viajar sola?
Mi única recomendación sería sentirse segura. Hay personas súper aventureras que pueden irse a recorrer Tanzania en un coche y otras que no se sienten seguras caminando de noche en una ciudad desconocida. Más allá de las amenazas reales (que tristemente en muchos países y lugares son muchas), es muy relativo. Yo, por ejemplo, siempre le tengo mucho respeto a São Paulo, que es una de mis ciudades favoritas del mundo pero donde nunca he conseguido entender o leer del todo sus códigos. Obviamente hay lugares como Japón o los Países Escandinavos donde todos nos sentimos especialmente protegidos. Creo que por eso son ideales para los que quieren experimentar viajar solo.
¿Qué hay que tener en cuenta antes de escoger un destino para viajar sola?
Regresando a lo anterior, es cuestión cultural. Y que depende mucho de cada uno.
¿Cuál ha sido tu mejor (y peor) experiencia viajando sola?
Nunca he tenido una mala experiencia viajando sola. Me arrepiento de haber ido sola a India porque todos los días eran como una sobredosis de colores, sabores, experiencias, olores… y cuando volvía al hotel me hacía falta platicarlo con alguien. Es la única vez que sentí que ni podía digerir tantas imágenes sin compartirlas. Buenas han sido todas. He viajado muchísimo sola y siempre lo disfruto mucho.
¿Crees que la industria entiende y atiende las necesidades de mujeres que quieren viajar solas?
De nuevo, no creo que haya mucho que entender. Más bien creo que se trata de personalidades. Hay gente que le gusta tener un itinerario súper armado, y saber a qué hora empieza cada cosa y dónde va a comer y a cenar cada día. Gente que le gusta perderse por la calle y gente que prefiere que un guía le explique cómo funciona la ciudad. No creo que como mujeres pidamos nada distinto.
